Viajaban todos en un mismo vuelo para que si alguno era descubierto, el resto consiguiese su propósito
Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una organización que trataba de introducir cocaína en España utilizando en cada vuelo varias mulas y señuelos a través de vuelos desde Latinoamérica al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.
Según ha informado la Jefatura Superior de Policía de Madrid en un comunicado, varias personas con droga viajaban en un mismo vuelo con el fin de que, en el caso de que alguno de ellos fuese detectado y detenido, el resto consiguiese su propósito.
La organización también contaba con personas que encabezaban la salida de los vuelos y se servían de un señuelo para intentar llamar la atención de los agentes, portando paquetes con sustancias que al ser analizadas resultaban ser inocuas.
En una de las fases más importantes de la operación, a finales de febrero de este año, se logró detener a 14 personas que viajaban en un mismo vuelo; siete de ellas portaban droga, y las otras siete servían para controlar a los anteriores, trasladarlos a los hoteles, recoger la droga de las mochilas e iniciar los contactos con los encargados de su distribución en España. En esta intervención se logró la detención de dos de los cabecillas y se incautaron 53 kilos de cocaína distribuidos en 20 placas alojadas en dobles fondos de siete mochilas que transportaban los citados viajeros, así como 6.115 euros en efectivo, productos telefónicos e informáticos y documentación vinculada a la investigación tales como las tarjetas de embarque y diversas reservas hoteleras.
La organización adoptaba grandes medidas de seguridad, entre ellas el empleo de personas que actuaban como señuelos que encabezaban las salidas de los vuelos y que eran pieza clave de la trama para dar el perfil de correo o mula.
Portaban paquetes con sustancias que al ser analizadas resultaban ser inocuas, buscando con ello distraer a los agentes de los verdaderos objetivos. Además también empleaban viajeros en edad de jubilación o lo que ellos consideraban limpios de antecedentes y que pensaban que no levantarían las sospechas de los agentes.