La Fundación Franz Weber urge a las administraciones a suprimir cualquier tipo de oferta dirigida a menores
La Fundación Franz Weber ha solicitado esta mañana la retirada de cualquier promoción u oferta dirigida a personas menores de edad para acceder a una novillada en la localidad madrileña de Ajalvir, «por ser contraria a una recomendación del Comité de los Derechos del Niño».

Cartel difundido por la Fundación Franz Weber.
«La oferta permite la entrada gratuita de niños hasta los 12 años y un precio bonificado para menores entre los 13 y los 17 años, incumpliendo de forma clara las objeciones internacionales realizadas en los últimos años», denuncia la Fundación.
Los naturalistas, con estatus consultivo en este organismo internacional de especialistas en derechos de la infancia, han advertido que «el informe de evaluación a España de 2018 incluyó un texto muy claro al respecto de la participación o presencia de menores de 18 años en espectáculos taurinos, subrayando que había que alejarlos de los mismos».
Virginia Portilla, psicóloga experta en violencia, señala que «estas promociones del lobby taurino reflejan un intento desesperado por introducir a grupos vulnerables en la dinámica de crueldad y violencia, intentando revertir la falta de relevo generacional que anuncian todos los estudios sociológicos realizados en las últimas décadas». «Así, los promotores pretenden integrar a niñas, niños y adolescentes en una actividad donde se produce violencia explícita hacia animales y posibilidad de sufrimiento humano, con cogidas o lesiones», añaden.
La Fundación «urge a las administraciones públicas implicadas, Ayuntamiento y Gobierno de la Comunidad de Madrid, a trabajar por la protección de la infancia y la adolescencia, instando a la retirada de cualquier tipo de publicidad o promoción que busque fomentar su acceso a actividades lesivas para su desarrollo social, moral, intelectual o psíquico».
«En estas convocatorias se pueden ver las heridas provocadas sobre el bóvido, comportamientos y gestos asociados a un evidente sufrimiento y la muerte violenta de los mismos», señalan. Además, los naturalistas explican que «la presencia va acompañada de comentarios que refuerzan de forma positiva todo lo que se produce en la plaza y que personas menores de edad pueden asumir como normal y positivo, contribuyendo a la banalización de la violencia contra animales».
Agregan que «diferentes especialistas han advertido acerca de la exposición de las personas menores de edad a contenidos violentos, comprobando alteraciones en su comportamiento y midiendo diferentes niveles de agresividad y ansiedad posterior».
«Además del evidente riesgo de que el niño sufra angustia e incluso efectos traumáticos originados por la exposición de escenas de agresiones violentas hacia humanos y animales, la exposición a la violencia en la infancia puede contribuir a la normalización de la violencia y fomentar actitudes de aceptación de la agresión», concluye la Fundación.