Si rascas un poco, descubres una Alcalá distinta, llena de rincones y planes que huyen de los tópicos.
CASINOS. – Alcalá de Henares es esa ciudad que todo el mundo cree conocer: la cuna de Cervantes, las universidades centenarias, las terrazas abarrotadas en la calle Mayor… Pero si rascas un poco, descubres una Alcalá distinta, llena de rincones y planes que huyen de los tópicos. Si estás harto de los circuitos turísticos de siempre, aquí van algunas propuestas para ver la ciudad con otra mirada.
Cena con historia (y algún que otro secreto) en el Casino
El Restaurante Casino Alcalá de Henares no es solo un sitio para comer bien (que también). Es un lugar donde el tiempo parece haberse detenido entre paredes cargadas de memorias. Aquí no encontrarás el bullicio de los bares de tapas, sino un ambiente de otra época, donde los manteles blancos y la vajilla pesada te transportan a cuando esto era un círculo social de la alta burguesía. Su menú juega con platos clásicos reinterpretados, pero lo realmente interesante es preguntar por las anécdotas que guardan sus salones. Dicen que en los años 20 aquí se jugaba más de lo debido, aunque hoy en día, si buscas emociones fuertes, tendrás que conformarte con su excelente carta de vinos o buscar alternativas online como esos casinos sin verificación, es decir, casinos sin DNI o casinos sin KYC, que tanto gustan a los jugadores discretos. Eso sí, siempre con cabeza.
Arte contemporáneo en el Museo de Arte Iberoamericano
Aunque Alcalá es famosa por su pasado cervantino, también alberga propuestas culturales más modernas. El Museo de Arte Iberoamericano, situado en la Antigua Hospedería de Estudiantes, ofrece una interesante colección de arte contemporáneo de ambos lados del Atlántico. Suele abrir de lunes a viernes de 11:00 a 16:00 y de 16:00 a 19:00. También durante los fines de semana y festivos, aunque con un horario más reducido. Sin lugar a dudas, una visita obligada para los aficionados al arte.
Talleres y cursos en la Quinta de Cervantes
Si buscas un ocio más participativo, la Quinta de Cervantes organiza talleres de jardinería, poesía y otras actividades culturales a lo largo del año. Este jardín histórico, inspirado en los huertos renacentistas, es un lugar mágico para aprender y relajarse. Una forma diferente de disfrutar de Alcalá mientras adquieres nuevos conocimientos. Y si no, siempre puedes disfrutar de las zonas ajardinadas de alrededor para leer un buen libro gracias a su biblioárbol.
Los Cerros: donde Alcalá se vuelve salvaje
El Parque de los Cerros es ese lugar que los alcalaínos mencionan, pero pocos frecuentan. Más allá de las zonas habilitadas para picnic, hay senderos que se adentran en un territorio casi silvestre. La ruta hasta el Ecce Homo es la más conocida, pero si te desvías por los caminos secundarios encontrarás antiguas yeseras abandonadas y bancales de almendros que florecen en febrero como un milagro. En días claros se ve toda la campiña hasta Madrid y cuando sopla el viento, el crujir de las ramas de encina parece un idioma olvidado. Es el sitio ideal para descansar de la ciudad sin desviarse kilómetros.