El centro ha cesado su actividad por completo tras pedirlo la Fiscalía a raíz de la detención de sus responsables
La guardería Cascanueces de Torrejón de Ardoz, ubicada en calle Río Pelayo con Carretera de Loeches, ha cerrado definitivamente tras pedirlo la Fiscalía por el escándalo de malos tratos a bebés. El centro ha echado el cierre y ha retirado su cartel de la fachada. Ahora —como ha podido comprobar MiraCorredor— puede leerse en la pared un nuevo cartel con el mensaje: «Cierre de negocio». La clausura se ha producido tras la solicitud expresa de la Fiscalía, que pidió esta medida debido a la gravedad de los hechos denunciados.

Imágenes: MiraCorredor.
El caso saltó a la luz el pasado 10 de abril, cuando se difundió un vídeo grabado de forma oculta por una joven en prácticas. En las imágenes aparece una trabajadora agrediendo a una niña de un año y medio para obligarla a comer. En el vídeo se puede ver cómo la cuidadora zarandea y golpea a la menor. La difusión de las imágenes provocó una fuerte reacción de los padres.
Muchos de ellos denunciaron los hechos ante la Policía Nacional. La Policía detuvo entonces a cuatro trabajadoras del centro, incluida la cuidadora que aparece en el vídeo y la directora de la guardería. Además, se están investigando nuevas denuncias presentadas por otros padres que sospechan que sus hijos también han podido sufrir malos tratos en el mismo centro.

La Comunidad de Madrid, a través de la Inspección Educativa, abrió un expediente informativo para analizar lo sucedido y, al mismo tiempo, los padres afectados lanzaron una recogida de firmas en la plataforma Change.org solicitando el cierre inmediato de la guardería. El Ayuntamiento, además, exigió una investigación y medidas contundentes y se puso a disposición de las familias afectadas para ayudarlas a encontrar un nuevo centro.
La jueza encargada del caso ordenó la libertad con cargos para las cuatro detenidas. Como medidas cautelares, impuso la obligación de firmar cada mes en el juzgado y la prohibición de trabajar con menores mientras dure el proceso, tal y como también pidió la Fiscalía. Las trabajadoras están siendo investigadas por delitos de trato degradante, maltrato de obra y maltrato habitual.

En su declaración, la cuidadora protagonista del vídeo reconoció que pudo haberse excedido, aunque aseguró que se trató de un hecho aislado. Según su versión, la niña no tenía miedo y la relación entre ambas era buena. «A lo mejor me pasé un poco y le metí dos cucharadas un poco a la fuerza», confesó, justificando su actuación en la negativa de la niña a comer y en que los padres presionan mucho para que coman. Para muchas familias, sin embargo, lo ocurrido deja una huella difícil de olvidar, aunque el cierre total del negocio supone, al menos, un necesario punto y final.