El mercado inmobiliario en la Comunidad de Madrid registra una caída en la oferta de viviendas disponibles, lo que ha provocado un aumento en los precios medios de venta, situados en 4.548 €/m², según pisos.com
Según el informe de pisos.com de abril, el precio de venta en la Comunidad de Madrid es de 4.548 euros por metro cuadrado. Esto implica que una vivienda de 90 m² cuesta unos 409.320 euros.
En alquiler, el precio medio es de 20,08 €/m². Por tanto, arrendar una vivienda de ese tamaño supondría un gasto mensual de 1.807,20 euros. La rentabilidad bruta del alquiler en la región es del 5,30%.
En Madrid capital, la rentabilidad baja al 4,81%. El precio de venta por metro cuadrado es de 6.410 euros. Así, un piso de 90 m² costaría 576.900 euros. El alquiler en la capital está en 25,70 €/m², con un coste mensual de 2.313,90 euros para una vivienda tipo.
Ferran Font, director de Estudios de pisos.com, explica que «el mercado del alquiler vive una situación complicada, dado que no ofrece suficiente seguridad a los propietarios».
Añade que «la oferta está cayendo: se prefiere vender o mantener el inmueble cerrado antes de alquilarlo sin garantías suficientes». Además, «una menor oferta provoca un aumento de precios. La dificultad para acceder a los alquileres es el gran obstáculo para la emancipación de los jóvenes».
Comprar un piso en Madrid es cada vez más difícil
La compra también es un reto. Los cinco municipios más caros para adquirir una vivienda son Pozuelo de Alarcón (386.625 € para 90 m²), Majadahonda (347.807 €), Las Rozas (313.565 €), Alcobendas (303.052 €) y San Sebastián de los Reyes (301.915 €).
En cambio, Ciempozuelos es el municipio más económico, con un precio medio de 137.005 € para 90 m². Le siguen San Martín de la Vega, Aranjuez, Mejorada del Campo y Parla.
Font apunta que «las zonas más caras no siempre son las que más han subido de precio». En los últimos cinco años, Torrelodones, Pinto, Arganda del Rey, Alcalá de Henares y Navalcarnero han registrado incrementos entre el 42 % y el 60 %.
Este aumento excluye «no solo a los jóvenes, sino también a las familias con situaciones económicas más complicadas». Según Font, «no existe una única solución, pero avanzar depende de un mayor consenso entre los poderes públicos y privados».