La Guardia Civil ha detenido a seis personas por sustraer miles de metros de cable del tendido telefónico y vender el cobre en chatarrerías
La Guardia Civil, en el marco de la operación Cuprunvia ha desarticulado un grupo criminal dedicado al robo de cable del tendido telefónico en la localidad madrileña de Coslada y otros municipios de la provincia de Guadalajara.
La investigación comenzó a finales del pasado año, cuando se detectó un repunte de robos de cableado telefónico en siete municipios de Guadalajara que sufrieron la interrupción del servicio y graves molestias para sus vecinos, muchos de ellos personas mayores usuarias de teleasistencia.

Los autores actuaban de forma organizada y planificada. Primero vigilaban las zonas y seleccionaban los tramos de línea, y después cortaban los cables para quemarlos en lugares de difícil acceso, con el fin de separar la cubierta plástica y obtener el cobre.
Las investigaciones de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Guadalajara y del Equipo de Policía Judicial de Sigüenza culminaron con la detención de cuatro miembros del grupo cuando viajaban en una furgoneta que transportaba 250 kilos de cobre recién quemado. A partir de ahí, los agentes identificaron al resto de los integrantes hasta sumar seis detenidos.

Se les atribuyen diez robos cometidos, entre otros, en los términos municipales de Molina de Aragón, Loranca de Tajuña, Villanueva de Alcorón, Poveda de la Sierra, Alcolea del Pinar, Almadrones y Cifuentes, en la provincia de Guadalajara, y en Coslada, en la Comunidad de Madrid.
Durante la operación se descubrió que el cobre sustraído era vendido a un ciudadano de origen chino en una chatarrería de Leganés (Madrid), donde los agentes recuperaron más de media tonelada de cable robado.
En total, el grupo habría sustraído unos 4.500 metros de cable telefónico, con un valor estimado de 170.000 euros entre el material y los daños causados.
Los seis detenidos, de nacionalidad rumana y edades entre 21 y 59 años, fueron arrestados como presuntos autores de pertenencia a grupo criminal, robo con fuerza, hurto y daños, mientras que el comprador del cobre ha sido investigado por un delito de receptación. Todos los implicados pasaron a disposición del juzgado de instrucción de guardia de Guadalajara.