Una activista ha cruzado una cuerda suspendida entre dos edificios con una pancarta en la que podía leerse «El planeta, en la cuerda floja»
Una activista de Greenpeace ha protagonizado este lunes una acción de alto riesgo en la Plaza de España de Madrid, donde ha recorrido una cuerda suspendida a 30 metros de altura entre dos edificios. Bajo ella colgaba una gran pancarta amarilla con el mensaje «El planeta, en la cuerda floja», una metáfora visual con la que la organización ecologista busca exigir «justicia climática» ante la apertura de la Cumbre del Clima (COP30), que comienza hoy en Belém (Brasil).
La protesta pretende advertir de que la COP30 constituye «una oportunidad única» para frenar el cambio climático. Greenpeace reclama a los gobiernos reunidos en Brasil fechas para el fin del uso del carbón, el gas y el petróleo, la creación de nuevos impuestos a la industria fósil y la aprobación de un plan global para detener la deforestación antes de 2030.
«Aunque el planeta se encuentra en un frágil equilibrio ecológico y se acumulan las señales de alerta en forma de danas, inundaciones, olas de calor y otros fenómenos extremos, tenemos las herramientas necesarias para evitar los peores escenarios», ha declarado la directora ejecutiva de Greenpeace España-Portugal, Eva Saldaña.
Saldaña, que estará presente en la cumbre, ha subrayado que «solo hace falta voluntad política y cooperación internacional para anteponer la protección de la vida a los intereses económicos particulares», y ha añadido que «la COP30 es una oportunidad clave para detener esta crisis ecológica global de forma valiente».