El joven mató de una puñalada a otro en plena calle alentado por sus padres
La Audiencia Provincial de Madrid juzga desde hoy, con tribunal del jurado, a D.C.S como autor de la puñalada que atravesó el corazón de Sergio B.P., de 26 años, y a sus padres -O.L.A. y S.C.S.– como inductores, ya que jalearon al joven diciendo «esto en mi país se soluciona con cuchillos» y «mátalos». La familia acusada es de origen brasileño.
La Fiscalía solicita 20 años de cárcel para el matrimonio por presuntamente alentar a su hijo para que matase a un joven el 19 de agosto de 2020 en la localidad madrileña de Ambite. Para el hijo el Ministerio Público pide la misma pena como autor material del crimen. Además, la Fiscalía reclama a los tres una indemnización de 150.000 euros para los padres del fallecido y de 100.000 para la hermana.
Según el relato de la Fiscalía, D.C.S. salió el 19 de agosto de 2020 de su domicilio junto a su hermano menor de edad con dos cuchillos, uno en cada mano, y acompañado de sus padres en dirección a la Plaza Mayor de la localidad. Cuando iban por la calle de la Luna se encontraron con varios jóvenes con los que habían tenido previamente un conflicto.
El padre gritó a los jóvenes «venid ahora si sois tan gallitos» y la madre añadió: «Esto en mi país se soluciona con cuchillos», en referencia a Brasil. En el grupo de jóvenes increpados estaba Sergio B.P., de 26 años, que intentó mediar y calmar los ánimos, pero el padre procesado comenzó a insultar y a pegar patadas, al tiempo que la madre decía a sus hijos «mátalos».
Fue entonces cuando ambos jóvenes empezaron a lanzar cuchilladas al aire en presencia de sus padres, que no cesaban de animarles, mientras se acercaban cada vez más a la víctima, que logró tirar al suelo uno de los cuchillos a los agresores. En ese momento el menor de la familia dio una navaja a su hermano mayor con la que apuñaló a la víctima en el pecho y le alcanzó el corazón.
El suceso conmocionó en su momento al pueblo, en el que los jóvenes de origen brasileño llevaban pocas semanas viviendo junto a sus padres. Tras el suceso la Guardia Civil detuvo a ambos jóvenes y el juzgado decretó prisión para D.C.S., y días después también detuvo a sus progenitores. El padre ingresó en prisión provisional y la madre quedó en libertad con medidas cautelares.