El altercado se inició por el juguete de un niño
Un joven de unos 30 años agredió a un hombre de 41 años el pasado sábado 5 de agosto en la piscina municipal de Vicálvaro donde, «ese día, no había personal de seguridad», según denuncia la persona afectada por este incidente, que ha contado a MiraCorredor.tv.
Los hechos ocurrieron sobre las 16.30 horas en la zona infantil, donde se produjo una discusión por el juguete de un niño.
El denunciante, que se encontraba con su mujer y su hijo pequeño disfrutando de una tarde de baño, vio que una mujer se llevaba el juguete de su hijo, con el que la hija de ésta estaba jugando en la piscina instantes antes sin que a él le importara.
El problema llegó cuando fue a reclamárselo, se lo devolvieron pero dos mujeres empezaron a insultarle y a increparle a sus espaldas, y acto seguido un joven se dirigido a él mientras se encontraba sentado en un banco del área infantil junto a su mujer, y continuó con los insultos y las amenazas. «Se encontraba desbocado, muy agresivo, mientras yo permanecí sentado en el banco, intimidado. Me estaba instando incluso a salir fuera para partirme la cara».
Cuando fue a incorporarse, el joven le propinó un golpe en la cara y un empujón en el pecho, provocando que cayera sobre el banco, golpeándose contra el mismo y contra la valla.
En ese momento el socorrista tuvo que intervenir para apartar al joven mientras el agredido pedía al personal de la piscina insistentemente que llamara a seguridad.
A los cinco o diez minutos llegó la gerente de la piscina, quien le dijo que ese día «no tenían personal de seguridad porque había habido un problema con la empresa y no había acudido nadie». Este vecino, que ha preferido mantener su anonimato, no entiende «cómo pueden abrir una piscina municipal si no se dispone de seguridad».
Tras insistir, llamaron a la Policía Municipal, que tomó declaración al presunto agresor, que no fue expulsado del recinto ni mucho menos, fue el perjudicado y su familia los que tuvieron que abandonar la piscina. «Me tuve que marchar, no me iba a quedar allí sin seguridad. Lo que no es normal es que yo sea el agredido y yo me tenga que ir de allí», lamenta, ya que, «aunque la piscina tiene potestad para expulsar o negar el acceso a quien corresponda, en este caso, la gerente- denuncia- no accedió a expulsarle».
Las lesiones sufridas fueron moretones y dolor en el pecho, arañazos en la espalda, además el SAMUR tuvo que asistir a su mujer por una crisis de ansiedad.
Un episodio «lamentable» que, como recuerda el afectado, que ha presentado una denuncia ante la Policía Nacional y quiere poner en evidencia la falta de seguridad en el recinto, «ocurrió en una zona infantil, delante de varios niños».