Agrupaciones y comparsas de toda la Comunidad de Madrid, e incluso de fuera, participarán en el evento para celebrar los 500 años de esta tradición festiva en Alcalá
Alcalá de Henares acogerá el próximo sábado 14 de junio un gran encuentro de Gigantes y Cabezudos con desfiles por el centro de la ciudad, organizado por el Ayuntamiento a través de la Concejalía de Fiestas y Tradiciones. El evento reunirá a más de 40 figuras procedentes de nueve comparsas de diferentes localidades. El encuentro forma parte de la conmemoración del quinto centenario de la tradición de Gigantes y Cabezudos en Alcalá, cuya primera referencia documental data de 1525.
«Este sábado por la tarde Alcalá de Henares hará gala de lo que es, ciudad gigantera por excelencia de larga tradición y arraigo, celebrando un encuentro de Gigantes y Cabezudos que no se organiza en la ciudad desde el año 2002», ha indicado el concejal de Fiestas, Antonio Saldaña.
Participarán gigantes y cabezudos de comparsas de Torrejón de Ardoz, Pozuelo de Alarcón, San José de Valderas (Alcorcón), Galapagar y San Lorenzo de El Escorial. Además, llegarán agrupaciones de Guadalajara y Miranda de Ebro (Burgos). La Comparsa de Alcalá y los Pequeñantes actuarán como anfitriones.
El desfile partirá a las 18:00 horas desde la Plaza de San Diego y recorrerá las calles del centro histórico hasta la Plaza de los Santos Niños, para volver a su punto de inicio. Tras la marcha, los giganteros serán recibidos en el Ayuntamiento para un pequeño homenaje.
Alcalá cuenta con una de las comparsas más longevas de España, presente en las Ferias y Fiestas desde 1902. En 1525 ya constaba en los archivos que los gigantes desfilaron en la procesión del Corpus Christi y en la entrada del arzobispo de Toledo, Alonso de Fonseca.
No se conoce con exactitud la fecha de creación de los primeros gigantes, pero se toma 1525 como referencia. Así, Alcalá es la tercera ciudad española que tuvo gigantes no religiosos, tras Toledo y Sevilla.
En 1651 el Ayuntamiento encargó cuatro gigantones y una gigantilla al maestro carpintero Francisco González Bravo, y en 1658 se añadieron dos gigantes más pintados por Gregorio de Utande. La comparsa quedó formada por una pareja de reyes españoles, una pareja de turcos, una pareja de negros y la gigantilla, representando a los tres continentes y el reconocimiento de Jesucristo en el mundo.
Estos gigantes desfilaron hasta que en 1780 Carlos III prohibió su presencia en la procesión del Corpus y otras festividades por considerarlos irreverentes. La prohibición caducó y en 1902 se creó una nueva comparsa para las Ferias, formada por Don Quijote, Sancho Panza y el Negro con Moño, que tuvo un gran éxito y se convirtió en un símbolo festivo de la ciudad.