Para recibir los fondos europeos, el Ejecutivo plantea una ambiciosa subida de impuestos a partir de 2023
El Gobierno central ya ha hecho públicas las 30 fichas que componen el Plan de Recuperación que remitió la semana pasada a Bruselas y con el que España pretende alcanzar los niveles de recaudación del conjunto de la eurozona, según publica este domingo el diario ABC.
Para recibir los fondos europeos, el Ejecutivo plantea una ambiciosa subida de impuestos que tendría que entrar en vigor en el primer trimestre de 2023 y que afectará, entre otros, a los impuestos del diésel, al impuesto de sociedades, el impuesto de plásticos y residuos o a los peajes.
Aunque la ficha sobre fiscalidad no habla específicamente de una subida del impuesto al diésel si se dice lo siguiente: «Revisión de las bonificaciones de los hidrocarburos utilizados como carburante para la equiparación progresiva de los tipos impositivos en atención a su poder contaminante».
Respecto al impuesto de plásticos y residuos, se prevé que se lleve a cabo un incremento impositivo por plásticos que comenzará a mediados de 2021 y que se produzca un gravamen al depósito de residuos en vertederos o incineración.
Además, a partir de 2024 el Gobierno pretende establecer peajes en todas las autovías por uso y compensación por la externalidad negativa que supone la contaminación en estas certeras. Con esta medida se busca garantizar la financiación para la conservación y mantenimiento de infraestructuras.
Por otro lado, el Gobierno asegura que revisará el impuesto de matriculación para adaptarlo a los estándares medioambientales, para lo cual deben terminar algunos beneficios fiscales que existen en España para vehículos contaminantes.
Otro de los compromisos del Gobierno es el de «revisar la fiscalidad del sector aéreo para actuar sobre las emisiones de esos sectores». Antes de la pandemia el Ejecutivo central ya publicó un proyecto para crear un impuesto a los billetes de avión.
El Ejecutivo también quiere poner fin al beneficio fiscal a los planes de pensiones privados. Eliminará los beneficios fiscales en el impuesto sobre el IRPF para estimular el ahorro y los sustituirá por otro beneficio fiscal centrado en los planes de pensiones de empleo.
Además, el Gobierno propone la «adecuación de las bases máximas de cotización», lo que significa una subida de las cuotas de forma gradual para los trabajadores cuyos ingresos anuales superen los 2.400 euros al mes, una medida que afectará a más de 1,2 millones de contribuyentes.
En la ficha sobre fiscalidad el Gobierno suscribe su intención de conseguir un sistema financiero más progresivo que implicará una subida de impuestos sobre la riqueza de las familias e impuesto de Sociedades, una subida que en principio afectaría a los patrimonios más altos.
También se incluye una armonización de impuestos para evitar que algunas comunidades, como la Comunidad de Madrid, bonifiquen sus tributos cedidos para eliminarlos en la práctica, como ocurre con Patrimonio, Sucesiones y Donaciones.
Además, el Ejecutivo también quiere gravar más a determinados negocios digitales, para lo que ha aprobado la tasa Google con la que pretende recaudar 968 millones de euros, pero puede aprobar más medidas en este sentido en los próximos meses, señala el ABC.
El Confidencial, por su parte, apunta que también se incluye la eliminación de bonificaciones y reducciones a la contratación. El Ejecutivo pretende «liberar recursos» de estas ayudas para redirigirlos a otras políticas activas de empleo que resulten más eficientes.
Queda la duda de si se eliminará la tributación conjunta. El Ejecutivo dice que la propuesta que aparece en el Plan de Recuperación es una errata. En cualquier caso, tampoco se descarta, ya que revisarán todos los beneficios fiscales actualmente existentes.