La Policía de Torres de la Alameda ha contado los detalles del suceso que acabó con la muerte de un hombre
En la mañana del pasado domingo, la Policía Local de Torres de la Alameda recibió un aviso de que en un comercio del polígono se estaba produciendo el secuestro de la regente del negocio, utilizando un arma blanca de grandes dimensiones.
Personados en el lugar, los policías actuantes son informados de que el autor de los hechos ha huido en coche hacia una gasolinera llevando consigo a la propietaria del comercio contra su voluntad.
Entró en la gasolinera, cuchillo en mano, donde mantuvo un forcejeo con algunos clientes saliendo del lugar en dirección hacia su coche, ya sin su rehén.
Es justo en ese momento cuando llegó la Policía, intentando cerrar el paso del vehículo para evitar su huida, no consiguiendo tal objetivo y comenzando una persecución por el interior del casco urbano, en la que el perseguido realizó maniobras evasivas que ponían en grave riesgo al resto de vehículos que circulaban por la vía, peatones e incluso al patrulla que le persigue, llegando a lanzar objetos desde el interior.
La persecución finalizó cuando el autor de los hechos entró en el parque del cementerio en el cual se encontraban niños jugando en ese momento, y se empotró contra la valla perimetral que rodea el recinto.
Es ahí cuando se apeó del coche y comenzó a proferir insultos a los agentes realizándose diversos cortes en su propio cuerpo.
Los policías conminaron a esta persona a que depusiera su actitud y se tirase al suelo en repetidas ocasiones, haciendo este caso omiso a tales requerimientos, mientras que no dejaba de esgrimir el cuchillo y realizar arranques espontáneos intimidatorios contra los agentes en varias ocasiones.
En un momento dado, se introdujo en el coche y dio marcha atrás con la intención de atropellar a un policía que se encontraba en la parte trasera del coche, motivo por el cual los agentes hicieron uso de su arma reglamentaria realizando varios disparos a las ruedas evitando así la comisión del hecho que pretendía el agresor, según informa el cuerpo municipal.
Seguidamente salió aceleradamente del vehículo, manteniendo aún el cuchillo en una mano y portando una piedra de gran tamaño en la otra, arremetiendo en varias ocasiones contra los agentes, teniendo estos que esquivar sus ataques, hasta que en un momento determinado se lanzó contra uno de los policías gritando «Te voy a matar, te voy a matar» con la clara intención de apuñalarle, viéndose obligado el policía a realizar un disparo en una parte no vital de su cuerpo para evitar la inminente agresión.
Una vez se produjo el disparo y sin que esta persona soltara el cuchillo en ningún momento, fue reducido por los actuantes aprovechando esta circunstancia para intentar clavar el cuchillo a uno de los agentes mientras era engrilletado.
Una vez desarmado y asegurado, llegó al lugar una patrulla de Guardia Civil y entre los presentes se procedió a realizar maniobras de primeros auxilios, taponando las heridas que presenta para evitar la pérdida de sangre hasta la llegada de los servicios sanitarios instantes después.
Ya en manos de los sanitarios, esta persona entró en parada cardiorrespiratoria hasta en dos ocasiones, consiguiendo que recuperara el pulso ambas veces, siendo trasladado al Hospital de Torrejón de Ardoz donde finalmente falleció.