Son más de 31.600 en territorio turco y más de 5.300 en Siria, según los balances oficiales
El balance de muertos a causa del terremoto del pasado lunes se eleva a más de 36.000. En territorio turco se estima que son más de 31.600, y en Siria, según los datos publicados por el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, ascienden a más de 5.300, informa Efe.
La Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD), que depende del Ministerio del Interior turco, ha indicado en un comunicado que hasta el momento se han confirmado 31.643 muertos y 158.165 heridos en las diez provincias afectadas por los seísmos, que tuvieron su epicentro en Pazarcik, en Kahramanmaras. Además, en estas diez provincias (Kahramanmaras, Hatay, Adiyaman, Diyarbakir, Adana, Osmaniye, Gaziantep, Sanliurfa, Malatya y Kilis), el ministro de Educación, Mahmut Özer, ha anunciado la suspensión de las clases hasta el 1 de marzo.
Mientras continúan las labores de rescate, AFAD ha resaltado que desde el primer terremoto se han registrado más de 2.700 réplicas y ha detallado que cerca de 35.500 trabajadores de equipos de búsqueda y rescate trabajan en la zona, incluidos más de 9.700 llegados desde otros países.
A este balance de muertos hay que sumar los más de 4.500 fallecidos en Siria, incluidos 1.414 en las zonas controladas por el Gobierno y unos 3.160 en las áreas en manos de los rebeldes en el noroeste del país, según los datos de la Defensa Civil Siria, conocida como cascos blancos.
Sin embargo, el director regional de emergencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Rick Brennan, afirmó el domingo desde Damasco que el organismo calcula que al menos 9.300 habrían muerto en Siria —unas 4.800 en zonas controladas por las autoridades y 4.500 en áreas en manos rebeldes—, si bien matizó que ahora mismo no hay forma de realizar una proyección ajustada.
«Nos tememos que estos números van a seguir aumentando, en particular conforme vayamos recibiendo más acceso a esas zonas», dijo. Por su parte, el director ejecutivo del programa de emergencias de la OMS, Michael Ryan, describió un panorama catastrófico al estimar que el sistema de salud de Siria ha quedado pulverizado por diez años de inestabilidad y ahora es imposible que brinde una atención adecuada.