Serán pisos con un alquiler de 57 euros durante los primeros tres meses
La Comunidad de Madrid iniciará el próximo año la construcción de 1.567 viviendas destinadas al alquiler social en seis municipios de la región. Las localidades donde se construirán son Majadahonda, Móstoles, Valdemoro, Rivas, Guadarrama y Villa del Prado.
A ellos se unen cuatro barrios de la capital: Ensanche de Vallecas, Alto del Arenal, Comillas y UVA de Hortaleza, ha informado el Gobierno regional.
«El objetivo es seguir ayudando a las familias más vulnerables», señalan las mismas fuentes. Para ello, se invertirán más de 152 millones, con un incremento de la dotación de más del 22% respecto al ejercicio anterior.
Esta medida forma parte del programa que desarrolla la Agencia de la Vivienda Social (AVS) para mejorar la vida de las personas que atraviesan mayores dificultades, que tendrán que hacer frente tan solo a un coste mínimo de arrendamiento de 57 euros durante los primeros tres meses y, pasado este periodo, la cantidad se ajustará en función de las condiciones económicas de los inquilinos, si bien no podrá superar los 357 euros, cuantía máxima a pagar que se sitúa un 45% por debajo del valor del mercado, como las 44 entregadas recientemente en Vallecas, tal y como contamos aquí en MiraCorredor.
El Consejo de Gobierno ha aprobado el Proyecto de Ley de Presupuestos Generales de la Comunidad de Madrid que contempla un total de 472 millones de euros en el área de Vivienda, un 121,5% más que las últimas cuentas públicas regionales.
Se incluyen en este apartado programas como el Plan VIVE que construirá 6.500 inmuebles con un precio de alquiler hasta un 40% más bajo que el de mercado, de los que los primeros 1.900 está previsto que se entreguen el primer semestre de 2024.
En el marco de estas inversiones, también se contemplan actuaciones para de rehabilitación de barrios, inmuebles y edificios para mejorar la accesibilidad y el ahorro energético, financiados con fondos europeos.
Además, se consolida la línea de ayudas Mi Primera Vivienda para ayudar a los menores de 35 años a comprar su primera casa. Con esta iniciativa, el Ejecutivo autonómico ejerce de avalista de aquellos jóvenes que, siendo solventes, no disponen del ahorro previo que solicitan las entidades bancarias para la contratación de una hipoteca.