La Policía y la Guardia Civil mantienen un seguimiento sobre un total de 427 bandas juveniles violentas repartidas por toda la geografía española
El control sobre este tipo de grupos permitió que al finalizar el año 2015 se hubiesen producido un total de 786 detenciones de personas vinculadas a estas organizaciones, según datos del Ministerio del Interior a los que ha tenido acceso Europa Press.
Dentro de la vigilancia que ejercen los expertos policiales, se incluyen grupos de extrema derecha y de extrema izquierda (contando a los vinculados con el mundo del deporte), así como las bandas de origen latino, que en los últimos días han centrado la atención por el enfrentamiento de dos facciones rivales en pleno centro de Madrid, que se saldó con el asesinato de un joven. Todo ocurrió el pasado fin de semana cuando unos cien jóvenes protagonizaron una batalla campal en la Puerta del Sol. En Tetuán además seis dominicanos agredieron a 16 agentes de la Policía.
Al finalizar el año 2015, los Latin King siguen siendo la banda con más implantación en España pese a que en los últimos años han experimentado un gran crecimiento otras organizaciones como los Trinitarios o los Dominican Don’t Play.
Vamos a ver la presencia de este tipo de bandas en el Corredor del Henares según los datos facilitados por el Ministerio del Interior.
De los Latink King no hay ni rastro en la zona Este de Madrid, sí operan los llamados Trinitarios. Sus miembros están repartidos por toda la Comunidad de Madrid con presencia en Alcalá de Henares y Guadalajara.
Los Ñetas también figuran en este censo de bandas realizado por Interior con 10 grupos, 7 de ellos en Madrid y uno en Guadalajara.
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad también tienen detectadas otras 18 bandas con organización independiente de las grandes como es el caso de los Big Boys que se movían por Torrejón de Ardoz pero que la Policía Nacional consiguió desarticular el pasado mes de diciembre gracias a un seguimiento especial y a la llamada de alerta de algunos padres que denunciaron que sus hijos estaban siendo intimidados por un grupo de jóvenes. En total los agentes detuvieron a 10 personas, nueve de ellas menores, a los que se les imputan varios robos y agresiones a chavales de la localidad.
Las bandas tratan de sumar seguidores y los buscan sobre todo entre los menores de 14, 15 o 16 años. Primero se presentan como una pandilla de amigos y tratan de seducirlos poco a poco. Pasado un tiempo confiesan que pertenecen a una banda latina, como el menor ya forma parte del círculo de amistad, no tiene muchas salidas y acaba entrando en el clan. A partir de ahí comienza un período de prueba en el que el aspirante se somete a todo tipo de humillaciones y vejaciones.