Lo que nació en ciudades como San Francisco y Londres ha encontrado su lugar en Madrid, Barcelona y otras urbes españolas
Hasta hace unos años, la idea de compartir vivienda con desconocidos bajo un modelo organizado y con servicios incluidos sonaba a experimento social. Lo que nació en ciudades como San Francisco y Londres ha encontrado su lugar en Madrid, Barcelona y otras urbes españolas que necesitan de opciones habitacionales más accesibles.
Las cifras hablan por sí solas: para 2025, se estima que habrá unas 20.000 plazas de coliving en el país. Un crecimiento que no es casualidad, sino la consecuencia de un cambio profundo en la manera de vivir en las grandes ciudades.
Un modelo en sintonía con los nuevos tiempos
La forma en que trabajamos, nos desplazamos y nos relacionamos ha cambiado drásticamente en los últimos años, y la vivienda no se ha quedado atrás. El teletrabajo, la movilidad laboral y el encarecimiento del alquiler han hecho que muchos reconsideren cómo y dónde vivir.
El coliving ha sabido posicionarse como una alternativa atractiva, sobre todo en ciudades donde alquilar un piso de manera tradicional se ha vuelto complicado. Madrid y Barcelona encabezan la oferta, pero el modelo también empieza a ganar terreno en otras zonas como Valencia, Málaga y Vizcaya.
Pero, ¿por qué está creciendo tan rápido? Principalmente, porque ofrece algo que la vivienda tradicional no puede garantizar con facilidad: flexibilidad. No hay contratos largos ni gastos sorpresa. Se paga una cuota mensual y listo, sin preocuparse por facturas de luz, internet o muebles.
Eso sí, al tratarse de espacios compartidos y optimizados, muchas veces surge la necesidad de almacenamiento extra para aquellos objetos que no se usan a diario. En estos casos, el alquiler un trastero en Madrid cerca de mi resulta una excelente opción para quienes buscan mantener su espacio organizado sin renunciar a la comodidad del coliving.
Más que una casa, un estilo de vida
Vivir en un coliving no se trata solo de encontrar un techo a buen precio. También implica formar parte de una comunidad. A diferencia del alquiler compartido clásico, aquí el espacio está diseñado para fomentar la interacción entre sus residentes sin descuidar la privacidad.
Las habitaciones suelen ser individuales, pero los espacios comunes están pensados para incentivar la convivencia: cocinas abiertas, salas de coworking, terrazas y hasta gimnasios. Para muchas personas, especialmente aquellas que se mudan solas a una ciudad nueva, este ambiente facilita la creación de redes sociales y profesionales.
Por supuesto, compartir espacios con otras personas no es siempre fácil. La convivencia no siempre es sencilla, y cada comunidad debe encontrar su propio equilibrio entre lo personal y lo colectivo. Sin embargo, para muchos, este modelo representa un respiro frente al aislamiento que puede generar vivir solo en una gran ciudad.
¿Cuánto cuesta vivir en un coliving?
El precio de un coliving varía según la ubicación y los servicios incluidos. En Madrid y Barcelona, las mensualidades oscilan entre los 600 y 700 euros, mientras que en ciudades con menor demanda pueden encontrarse opciones desde 300 euros.
A simple vista, puede parecer que no hay gran diferencia con el alquiler tradicional, pero el valor añadido está en lo que se incluye en ese precio. Al incluir en el precio servicios como internet, limpieza, mantenimiento y mobiliario, el ahorro en costes adicionales puede ser considerable.
Ahora bien, la demanda crece más rápido que la oferta, lo que hace que acceder a estos espacios no siempre sea fácil. La disponibilidad de plazas sigue siendo limitada, y el mercado aún está ajustándose para dar respuesta a este nuevo fenómeno.
Los obstáculos del coliving en España
A pesar de su rápido crecimiento, el coliving enfrenta varios obstáculos. Uno de los principales es la falta de regulación específica. En algunas comunidades autónomas ya existen normativas que intentan encajar este modelo dentro del marco legal, pero a nivel nacional todavía no hay reglas claras que lo definan.
Otro reto importante es garantizar que siga siendo una opción accesible y de calidad. Si bien el coliving nace como una solución a la crisis habitacional, su viabilidad a largo plazo dependerá de que los precios se mantengan razonables y no terminen excluyendo a quienes más lo necesitan.
No es solo una moda, es el futuro
Como cualquier modelo en crecimiento, tiene sus dificultades, pero también muchas oportunidades. Y a medida que más personas se sumen a este estilo de vida, es probable que el mercado se adapte a sus necesidades.
Para quienes buscan una forma de vivir más práctica, social y sin complicaciones, el coliving ha llegado para quedarse.