La comunidad de vecinos, de gente poderosa, nunca cotizó por ella en la Seguridad Social
Carmen Villamide, tiene 77 años, está enferma de Alzheimer no puede cobrar pensión, pese a haber trabajado casi 30 años como portera.
La razón: No haber cotizado por ella la comunidad de vecinos donde realizó su trabajo, en la calle Ferraz número 61 de Madrid.
Así lo denuncia su hija en la plataforma Change.org, donde pide firmas para que la comunidad de propietarios del edificio, donde «vive gente importante, influyente y poderosa», reconozca que su madre trabajó en él desde 1986, con el fin de que pueda cobrar la pensión que le corresponde.
La hija explica que cuando murió su padre, en 1986, su madre (que tenía dos hijos a cargo) ocupó el puesto de su marido y empezó a trabajar en la portería de la calle Ferraz 61 «obligada por las circunstancias y bajo las condiciones y exigencias que le marcó la comunidad en aquel momento: un salario indigno a cambio de poder vivir en un sótano de menos de 40 metros».
«Después de treinta años continuados trabajando como portera, honrada, formal, dedicada, dispuesta, cumplidora y cariñosa, en el que se ha ganado el respeto y la admiración de todos los que la conocemos, ha llegado el momento de su jubilación, y resulta que no puede jubilarse. La comunidad de Ferraz 61, ésa que durante años le ha regalado sonrisas y aparente aprecio, nunca había dado de alta en la Seguridad Social a mi madre», denuncia la hija.
El Alzheimer que padece agrava aún más la situación, ya que ni ella ni sus dos hijos pueden «costear la asistencia que necesita hoy en día».
«Sufrimos la indiferencia de la justicia y el poder de los vecinos de la Comunidad de Ferraz 61», se lamenta la hija.