Las familias serán realojadas de forma provisional hasta que se les asigne una vivienda en régimen de alquiler social
Este martes han comenzado los trabajos de desmantelamiento del núcleo chabolista de El Gallinero. El derribo de este asentamiento y el realojo de las 150 personas que hasta ahora vivían en él se va a desarrollar gracias al convenio de colaboración suscrito entre la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital.
Esta actuación estará financiada al 50% entre ambas administraciones e incluye también el acompañamiento social de estas familias para facilitar su proceso de integración en sus nuevos lugares de residencia y la limpieza y restauración de la zona, en la que se sitúa desde hace más de una década uno de los últimos núcleos chabolistas de la capital. Para ello, la Comunidad de Madrid ya ha aprobado un gasto de 1.960.000 euros.
El núcleo chabolista está situado en el distrito de Villa de Vallecas, a la altura del kilómetro 12 de la A-3. Se constituyó en 1999 tras el desalojo del primer poblado de rumanos en Madrid, el Malmea, en el distrito de Fuencarral.
La mayor parte de las personas que habitan en la actualidad este asentamiento, la mitad de ellas menores, son de origen rumano y mantienen estrechos lazos con su país de origen, al que muchos viajan frecuentemente. Además, la mayoría de sus miembros comparten características como falta de documentación básica, escasa formación laboral y poco dominio del idioma español.
El convenio de colaboración entre la Comunidad y el Ayuntamiento señala que el Consistorio gestionará un primer alojamiento provisional de los habitantes del poblado que permita derribar las chabolas y comenzar los trabajos para la restauración del territorio al medio natural.
En una segunda fase, la Comunidad, a través de la Agencia de Vivienda Social, adquirirá las viviendas necesarias para realojar a las familias que se le asignen en régimen de alquiler.
Teniendo en cuenta las circunstancias de sus habitantes, el proceso de realojo de cada familia dependerá de sus características socio-familiares, capacidad económica, arraigo y proceso de inclusión social. En función de estas variables, una de las opciones será la de proporcionar una vivienda independiente para la familia, que tendrá que responsabilizarse de su cuidado y del pago de la renta fijada o de otros gastos habituales.
Además, en los casos en los que se detecte una mayor necesidad de acompañamiento, se garantizará a estas personas el acceso a una prestación de alojamiento alternativo, temporal y supervisado por los servicios sociales, que colaborarán a su integración en el nuevo entorno. Una vez se constate que este proceso de integración se desarrolla positivamente, se facilitará el acceso de estas familias a una vivienda pública, según informa el Gobierno regional.
La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, por su parte, se ha enorgullecido durante el Debate del Estado de la Ciudad de que haya comenzado el desmantelamiento del poblado: «Lo hemos conseguido, se ha acabado», ha dicho Carmena, quien ha propuesto al presidente regional, Ángel Garrido, realizar una visita conjunta a Rumania para conocer las ciudades de las que proceden la mayor parte de los rumanos que ocupan los asentamientos de Madrid.