Mató a golpes a su pareja en la nave en la que residían en Torrejón tras una discusión
La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a veinte años y un día de cárcel a Paul N. por asesinato, con las agravantes de género y parentesco, de su pareja, Madalina, de 31 años, en Torrejón de Ardoz en 2020. Tanto la Fiscalía como las acusaciones particular y popular (ejercita por la Comunidad de Madrid) solicitaban para el acusado 25 años de prisión,
El jurado popular ya declaró al acusado al acusado culpable y ahora la sentencia considera probado que golpeó a la víctima en la cabeza con un objeto contundente con intención de quitarle la vida, sin que ella tuviera posibilidad razonable de defenderse .
Dice el tribunal que la actuación del acusado de golpear a su pareja «fue la plasmación de una situación de dominación y control de la misma al no aceptar que esta no quisiera estar y hablar con él», tras una discusión y varias llamadas y mensajes.
Paul N. deberá indemnizar con 405.000 euros a los familiares de la víctima, incluida una hija menor de edad. «Ha quedado plenamente acreditado, a través de las zonas donde se localizan las lesiones, que la intención era la de matar», afirma el tribunal.
El acusado, que tenía 37 años en el momento del crimen, y la víctima, de 31, ambos de nacionalidad rumana, eran pareja y vivían juntos en una nave de una empresa de transportes de la calle Polo Sur de Torrejón de Ardoz, en la que trabajaban.
Dijo que se había atragantado con una espina
La noche del crimen, el 12 de julio de 2020, salieron a tomar algo y la mujer volvió sola caminando a la nave de madrugada tras una fuerte discusión entre ambos, en el que él la insultó. Paul la llamó por teléfono más de 20 veces.
Además, le envió un mensaje en el que se leía la palabra «RAP», que en rumano significa secuestrar o cortar. Tras localizar a la víctima, la golpeó de forma inesperada con un objeto con alambres, causándole lesiones en el hombro y en la zona lumbar.
Después, y sin que la mujer pudiera defenderse, le golpeó la cabeza con un objeto contundente que le provocó una fractura craneal, dejándola inconsciente, cayendo hacia atrás e impactando contra el suelo, lo que le provocó una nueva fractura craneal.
Acto seguido, montó a la víctima inconsciente en un coche y la introdujo en la nave. Con la ayuda de un compañero que pernoctaba en el mismo lugar, la dejó en un sofá, donde la mujer empezó a sangrar por la boca y los oídos.
A las dos de la madrugada avisaron al 112. El acusado dijo que se había atragantado con una espina tras una barbacoa, pero los médicos comprobaron que presentaba «lesiones incompatibles con la vida». Dos días después, murió en el Hospital de Torrejón.