La sentencia reconoce que su estado de salud se ha agravado y le impide ejercer cualquier profesión
El Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJCLM) ha confirmado la incapacidad permanente absoluta a una vendedora de la ONCE de Guadalajara.
La trabajadora no podrá ejercer ninguna profesión y tendrá derecho a una pensión con una base reguladora de 1.835,87 euros mensuales.
La sentencia ratifica el fallo emitido por el Juzgado de lo Social número 2 de Guadalajara el 22 de enero de 2024. Entonces, el tribunal estimó la demanda presentada por la vendedora y condenó al Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) y a la Tesorería General de la Seguridad Social a reconocer su incapacidad absoluta.
El INSS recurrió la resolución, pero el TSJCLM ha rechazado el recurso y ha declarado firme la sentencia.
Según el informe médico recogido en la resolución, la mujer sufre síndrome de Marfán, pérdida de agudeza visual desde la infancia, desprendimiento de retina inferior y glaucoma agudo. También padece trastornos de la conducta y de la afectividad, juego patológico no resuelto y consumo esporádico de cocaína y alcohol.
Los peritos determinaron que tiene limitadas las funciones que requieren agudeza visual y manejo de dinero, lo que dificulta gravemente su capacidad laboral.
El TSJCLM destaca que, aunque la vendedora de la ONCE presenta problemas visuales desde pequeña, su estado se ha agravado desde 2019. «Y es precisamente esta nueva situación, que unida a las dolencias y adicciones que ya fueron tenidas en cuenta en 2016, pone de manifiesto una agravación relevante en su estado y en su capacidad funcional que justifican que no pueda realizar una actividad laboral de forma regular», señala la sentencia.
Fuentes del Poder Judicial han informado que la resolución ya es firme y que la trabajadora tendrá derecho a una pensión vitalicia.