Un solo enfermero por la noche para casi 350 residentes
Los trabajadores de la residencia de mayores de Arganda del Rey, de titularidad pública, llevan esperando desde mayo a que la Consejería de Políticas Sociales y Familia cubra las 18 plazas de nuevos auxiliares de enfermería que anunció al comité de empresa a primeros de año.
Denuncian la situación de deterioro del servicio que se presta a los alrededor de 350 internos con los que cuenta el centro donde esta semana se ha conocido la muerte de Cecilia, una anciana de 93 años el pasado mes de mayo.
La Fiscalía ha abierto diligencias para investigar el suceso. La mujer quedó atrapada por una pierna entre la cama y la barandilla tras caerse al suelo. La pierna tuvo que ser amputada y falleció días después en el hospital.
La Consejería de Políticas Sociales y Familia, a su vez, ha abierto de oficio un proceso interno de diligencias informativas.
El enfermero Jesús Navarro denunció que la noche en la que ocurrieron los hechos «un solo enfermero estaba a cargo de 343 residentes», por lo que decidió poner el caso en manos de la Fiscalía y del Defensor del Pueblo, según adelantó la Cadena SER.
La Agencia Madrileña de Atención Social, de la que dependen las residencias, considera que fue «un accidente fortuito» y que aquella noche estaban de servicio 10 auxiliares de enfermería, lo cual, sostiene, supera las ratios establecidas por la normativa, además de un diplomado en enfermería y un auxiliar de control e información.
La consejería asegura, además, que las camas están homologadas y que el personal de la residencia, hasta que llegaron los servicios de emergencia, «logró mantener las constantes vitales y controlar la hemorragia».
Por otro lado, el Grupo Parlamentario Socialista y el Grupo Parlamentario de Podemos en la Asamblea de Madrid han solicitado la comparecencia del consejero de Políticas Sociales y Familia, Carlos Izquierdo, ante el Pleno de la Asamblea para que explique la muerte de la anciana.
En su opinión, este hecho es «consecuencia de los recortes del PP», por lo que consideran que se deben depurar «responsabilidades políticas».
El sindicato de enfermería Satse también ha denunciado falta de personal en las plantillas de las residencias de mayores de la región y ha lamentado «que tengan que ocurrir hechos como éstos para que se tomen medidas».
Según este sindicato, «en verano la situación, ya precaria, empeora, lo que indica que las vacaciones tampoco se cubren y son los propios enfermeros los que suplen la ausencia de sus compañeros».
Para Satse, «las malas condiciones, tanto económicas como profesionales, hacen que casi nadie quiera trabajar en las residencias públicas dependientes de la Consejería de Asuntos Sociales»; y señala que los trabajadores «dan el máximo de su profesionalidad para paliar la situación».