Los agentes también fueron agredidos en el momento de la detención
En la madrugada del 12 de marzo, la Policía Municipal de Madrid recibió la llamada de un ciudadano que denunciaba una posible agresión por parte de un hombre a su pareja.
Los agentes se encontraron la puerta del domicilio abierta solicitando que saliera alguien al rellano de la escalera, contactando con la madre del agresor, la cual les pidió que accedieran al domicilio para contarles lo que había pasado.
El interior de la vivienda presentaba síntomas de haberse producido un episodio violento y en la primera estancia (salón) encuentran a la víctima con su hijo lactante en brazos, bastante nerviosa y agitada por la agresión sufrida.
Una agente habló con la víctima, intentando calmarla, con el fin de separarla del agresor que se encontraba presente con una actitud violenta, llegando a insultar a su pareja delante de todos los presentes.
La mujer informó a los policías, que estaba siendo agredida de forma habitual, que su pareja tenía una orden de alejamiento que finalizó en enero de este año y que en este episodio había recibido golpes y puñetazos cuando se encontraba con su hijo en brazos.
Además, añadió, que también eran agredidas con asiduidad su suegra y los hijos de la pareja, en concreto una menor de dos años de edad, que cuando llora es zarandeada con violencia, empleando su padre un lenguaje violento y ofensivo.
El agresor, en el momento en el que se le informó del motivo de su detención y de los derechos que le asistían, comenzó a ponerse violento con los agentes actuantes, llegando a agredir a estos y a los refuerzos que acudieron en su ayuda, propinándoles cabezazos, puñetazos y patadas.
Un indicativo de SAMUR, que fue requerido en el punto, asistió a los funcionarios agredidos, tres de los cuales han causado baja.
La víctima fue traslada a un centro sanitario para su valoración.