Fabricaba artefactos caseros que le permitían huir del lugar antes de que comenzasen las llamas
La Policía Nacional ha detenido a un hombre de mediana edad como presunto autor de un total de 28 incendios de contenedores de residuos sólidos urbanos, ocurridos en la ciudad de Guadalajara entre 2018 y 2020.
Los primeros hechos se remontan al 25 de enero de 2018, cuando en apenas cuatro días fueron quemados un total de 16 contenedores distribuidos por diversos puntos de la ciudad. Por tal motivo, la Policía Nacional inició una investigación, dando comienzo a la denominada Operación Lixo.
Gracias a este operativo policial en el que participaron un gran número de agentes y colaboró la Policía Local de Guadalajara, se logró neutralizar la quema indiscriminada de contenedores urbanos así como identificar y detener a los posibles autores. Aunque durante los meses que continuó el dispositivo de vigilancia disminuyeron considerablemente los incendios, se registraron algunos, e incluso en uno de ellos incluso resultó dañado un vehículo que estaba estacionado junto a un contendor.
Gracias a la Operación Lixo se consiguió averiguar que este individuo fabricaba artefactos incendiarios caseros que introducía en los contenedores de forma discreta, y que lograban la combustión pasados unos minutos, pudiendo de ese modo alejarse del lugar de los hechos cuando se iniciaba el incendio para así pasar totalmente desapercibido.
Tras intensas investigaciones que duraron varios meses, las sospechas de la Policía Nacional se centraban en un individuo de mediana edad, aunque no pudo ser detenido in fraganti porque cesó temporalmente en su actividad delictiva.
El pasado mes de marzo se inició una segunda fase de la operación debido a que se produjo un nuevo incendio en la calle Ferial de Guadalajara, en el que resultaron dañados tres contenedores. Las pistas que dejó el autor de los hechos en este último incendio permitieron retomar la investigación y finalmente condujeron a los agentes a la identificación del presunto responsable, un varón de 50 años de edad, que ya había sido señalado como sospechoso durante la primera fase del operativo.
Los daños que ocasionó el investigado en el mobiliario urbano, además de suponer un perjuicio para el normal desarrollo del servicio público de recogida de residuos urbanos, superó ampliamente los 50.000 euros.
Además, la Policía recuerda que este tipo de conductas, así como dañar de manera intencional bienes, públicos o particulares, están recogidas en el Código Penal como delito de daños y que en casos como este pueden ser castigadas con penas de prisión.
