Duro golpe contra el tráfico de marihuana. Hay un total de 31 detenidos, algunos en Alcalá y Guadalajara
La Policía Nacional, funcionarios de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria y la Guardia Civil han desarticulado un grupo criminal dirigido principalmente por ciudadanos de origen chino y dedicado al cultivo y posterior distribución de marihuana a gran escala en Reino Unido, tras detener a 31 personas, según ha informado el Ministerio del Interior.
Del total de las 31 personas detenidas, de distintas nacionalidades, cinco han sido arrestadas en la provincia de León, dos en la de Guadalajara, cinco en Alcalá de Henares, otros dos en Bizkaia, cinco más en Valladolid, uno en Salamanca, cuatro en Zamora, seis más en Burgos y uno de los principales dirigentes en Sevilla.
La mayoría de los detenidos son de origen chino y se les imputan los delitos de pertenencia a organización criminal, contra la salud pública, defraudación de fluido eléctrico y tenencia ilícita de armas.
Se han practicado un total de 21 registros simultáneos en las provincias mencionadas, en viviendas unifamiliares y en las naves industriales donde la organización tenía 15 plantaciones tipo indoor.
Además de las 28.742 plantas de marihuana incautadas, que arrojan un peso total de más de 5.000 kilos, se han aprehendido otros 220 kilos envasados en paquetes dispuestos para su envío, distribución y consumo.
Asimismo se ha intervenido una pistola del calibre 9 milímetros Parabellum, 92 cartuchos de ese calibre, una máquina contadora de dinero, 45.000 euros en metálico y cuantiosa moneda china.
Según ha explicado el Ministerio del Interior, la organización tenía una gran movilidad y empleaba documentación previamente sustraída para la adquisición de vehículos, contratos de alquiler y de luz. Además, ha indicado que cada uno de los integrantes del entramado, altamente especializados, tenía asignado un rol bien definido dentro de cada escalón.
Así, el conseguidor era la persona dedicada en exclusiva a buscar por toda la geografía inmuebles en alquiler que reunieran las condiciones adecuadas para el fin que buscaban. Normalmente consistían en chalés aislados o naves en polígonos industriales con poca actividad.
Por su parte, los montadores eran miembros de la organización especializados en el montaje de la instalación necesaria para el acondicionamiento de las plantaciones una vez formalizado el contrato de alquiler. Estas personas trabajaban sin descanso para preparar toda la infraestructura en pocos días y evitar así llamar la atención en exceso, ha explicado el Ministerio.
Por otro lado, los cultivadores, una vez acondicionada la instalación y utilizando vehículos de alquiler o a nombre de terceros, se encargan de la adquisición de las semillas, macetas y de la tierra necesaria para el desarrollo de las plantas de marihuana, supervisando frecuentemente el estado de las plantaciones.
Los cuidadores tenían como misión custodiar la plantación y evitar robos. Eran también los encargados del cuidado y mantenimiento de las plantas hasta que alcanzaban el estado óptimo para su recolección y secado, proceso este último que se realiza en pisos de seguridad destinados únicamente para este fin.
Estas personas eran el escalón más bajo de la organización y durante todo el proceso permanecían en el interior del inmueble sin abandonar el mismo, recibiendo la comida necesaria para subsistir.
La organización planeaba ir sustituyendo a ciudadanos de nacionalidad china por vietnamitas para ejercer las actividades correspondientes a este escalón más bajo de la organización. En el momento del operativo se procedió a la detención de dos ciudadanos vietnamitas, los primeros en ser contratados.
Asimismo, el Ministerio del Interior ha señalado que, atendiendo al peligro inherente que el cultivo de drogas conlleva y los riesgos de ser atacados por otras organizaciones rivales, estaban organizando su propio sistema de seguridad, contratando a tal fin a ciudadanos de nacionalidad ucraniana, a los que dotaban de armas de fuego. En el momento de la detención les fue intervenida una pistola de fuego que figuraba sustraída en Madrid.
Por último, los distribuidores eran los encargados de, una vez recolectada la marihuana destinada al consumo, distribuir, a través de una red de colaboradores la marihuana en paquetes que podían oscilar entre los 5 y 15 kilos, empleando para tal fin empresas de paquetería, siendo el destino final Reino Unido.
Como novedad en esta operación ha quedado al descubierto la utilización de una correduría de seguros, regentada por ciudadanos chinos que daba cobertura a las pérdidas ocasionadas por las intervenciones policiales de los envíos a cambio de una remuneración pactada previamente.
Con esta operación, tutelada por los Juzgados de Instrucción números 1 y 4 de León y Alcalá de Henares respectivamente, se da por desarticulada la organización criminal.
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