Lo tres detenidos llenaban garrafas de combustible en estaciones de servicio haciéndose pasar por trabajadores de las gasolineras
La Guardia Civil ha detenido tres personas por el robo de gasoil en diferentes estaciones de servicio de las provincias de Madrid, Guadalajara, Toledo, Cuenca y Ávila por valor de 18.000 euros.
Los detenidos utilizaban coches de renting a los que colocaban matrículas que robaban previamente para dificultar su identificación y sustraían unos 600 euros en combustible por hurto, que vendían después en la Cañada Real de Madrid a razón de un euro el litro.
Siempre actuaban igual. Una persona ataviada con mono de trabajo y chaleco reflectante, que aparentaba ser trabajador de la estación de servicio abría el maletero de un vehículo tipo SUV y en el interior tenía acumuladas multitud de garrafas que llenaba de combustible para acto seguido marcharse del lugar sin abonar el coste.
Los agentes comprobaron que los autores no tenían domicilio conocido hasta que localizaron una pensión en la localidad madrileña de Velilla de San Antonio en la que pernoctaba habitualmente uno de ellos.
En el momento de proceder a la detención de las tres personas, embistieron a dos vehículos policiales, causando daños materiales de consideración, y golpearon, igualmente, a un guardia civil, provocándole lesiones de carácter leve.
Ya totalmente bloqueado el vehículo, el conductor se apeó de él portando un punzón y trató de agredir a los agentes que trataban de detenerlo, aunque no le fue posible debido a la rápida actuación de los funcionarios.
Los tres detenidos son dos hombres y una mujer, de entre 29 y 56 años, y están acusados de 30 delitos menos graves de estafa de combustible, un delito de robo con violencia o intimidación, 20 delitos de falsificación de placas de matrícula, 30 delitos contra la seguridad del tráfico, tres delitos de desobediencia grave y tres delitos de atentado contra agentes de la autoridad.
Los agentes también intervinieron en el momento el vehículo que estaban utilizando, las placas de matrícula que llevaba puestas, y que habían sido sustraídas de otro vehículo, varias matrículas más, también robadas, una luz de vehículo policial que portaban y varias dosis de heroína.