La familia de la víctima eleva a 25 años la petición de prisión para el acusado
El hombre acusado de asesinar a un enfermero del Hospital de Alcalá de Henares ha declarado en el juicio que no quería matarle y que solo recuerda que la víctima le dijo que «iba a seguir violando a su pareja y a la hija de ella» y luego una imagen del corte que le hizo en el cuello, unos hechos por los que ha pedido perdón.
La Audiencia Provincial de Madrid ha iniciado esta semana el juicio con jurado a Gonzalo R.I., el técnico de emergencias sanitarias acusado de asesinar el 6 de marzo de 2021 a Sergio Luis García, un enfermero del Hospital Príncipe de Asturias, dentro de la zona de Urgencias del centro sanitario, tras saber que mantenía una relación con su novia.
La Fiscalía solicita para el acusado 21 años de prisión por asesinato con alevosía, pero las dos acusaciones particulares, que ejercen los padres y los hijos de la víctima, elevan a 25 años esa petición al entender que concurren las agravantes de alevosía y ensañamiento, ya que Gonzalo planeó el asesinato, la víctima no tuvo opción de defenderse y le causó un daño innecesario.
Sin embargo la defensa sostiene que se trató de un homicidio, al no haber alevosía sino un arrebato y obcecación, y solicita que se contemple la eximente completa por trastorno mental transitorio.
El acusado ha declarado que llevaba cinco años con su pareja, quien tenía una hija menor de otra relación anterior, y a finales de 2020 supo por una trabajadora el hospital que su mujer tenía una relación con un compañero de trabajo, Sergio.
Lo hablaron y ella le dijo que había sido un desliz puntual y que no tendría nada más con él, pero luego él vio mensajes, correos y vídeos eróticos de esa relación, por lo que fue a hablar con el enfermero para que «dejase en paz a la familia» y no publicara esas imágenes. Esto fue en diciembre de 2020 y la respuesta de Sergio, según el acusado, fue llamar «guarra» a su pareja y pedirle 15.000 euros por no enseñar los vídeos, y él accedió a darle 8.000 euros, quedando en darle el resto más adelante.
Todo parecía ir bien, siempre según su relato, hasta que en marzo de 2021 Sergio le pidió el dinero que faltaba y le dijo que debía dárselo antes del 7 de marzo que era su cumpleaños, por lo que él le entregó otros 4.000 euros el 5 de marzo.
Ha reconocido que el día del crimen su pareja llegó a casa preocupada y tras ducharse le dijo que se iba a hacer unas compras y luego otra vez al hospital, por lo que él decidió finalmente ir hasta allí para hablar con ella, y se puso su traje de conductor de ambulancia para poder moverse por el centro hospitalario, que es algo que algunos trabajadores suelen hacer aunque no estén de guardia, según su relato.
El acusado ha reconocido que llevaba un cuchillo «para acojonar a Sergio si lo encontraba» y que mientras buscaba a su pareja le vio y decidió ir a preguntarle dónde estaba ella y volver a pedirle que la dejara en paz, a lo que Sergio le contestó que «iba a seguir violando a ella y a su hija». Después de eso solo recuerda «la imagen de la traquea» rota de la víctima y que luego llegó la Policía.
«No soy un asesino. Soy una buena persona. Si acaso el cuchillo era por llamar la atención; soy un primo… Me gustaría saber por qué me pasó eso», ha añadido llorando, tras lo que ha asegurado que se arrepiente «todos los días de la vida». «No soy quién para quitar la vida a nadie, yo creo en la justicia», han sido sus palabras en el juicio, recogidas por Efe.