Se descarta que sea el joven italiano desaparecido hace seis años
Las pruebas de ADN confirman que el joven encontrado el jueves en Torrejón no es el desaparecido en Palermo en 2011, según han informado fuentes de la Jefatura Superior de Policía Nacional de Madrid este sábado.
El resultado de las pruebas, que han tenido trabajando a la Policía Científica toda la noche para obtener conclusiones en el menor tiempo posible, ha dado negativo, después de que su madre no lo reconociera este viernes cuando se vio cara a cara con él, aunque en ese momento, fuentes policiales indicaban que estaban convencidos de que era él. Finalmente el ADN descarta esa posibilidad.
El joven hallado deambulando descalzo y desaliñado por las calles de Torrejón de Ardoz permanece en dependencias policiales sin hablar, escribiendo en un papel frases incoherentes y por el momento se desconoce su identidad.
Lo extraño de la historia es que la madre al recibir unas fotos enviadas por la Policía Nacional, tomadas al joven localizado en Torrejón, reconoció sin ningún género de dudas que era él, debido a una cicatriz que el chico tiene en la mano derecha. Por eso, decidió viajar a Madrid para poder encontrarse con él cara a cara.
Sin embargo, tras verle en persona y comprobar que la persona que creía que era su hijo llevaba el pelo largo, barba y aspecto desaliñado en general, la mujer descartó ayer rotundamente que fuera él.
Fuentes policiales no obstante lo achacaban al estado de shock en el que se encontraba pero finalmente las pruebas de ADN han determinado que no es su hijo.
En un principio se sospechó que el joven localizado en la Avenida de la Unión Europea de la localidad podría ser Marcello Volpe, que llevaba casi seis años desaparecido y que era autista.
La Policía se centra ahora en acometer más gestiones para tratar de identificar al joven hallado en Torrejón, ya que de momento tampoco se ha podido hacer a través de la huella.
La madre de Marcello Volpe volará a Italia lo antes posible después de haber llegado a España cargada de esperanzas que finalmente se han esfumado en pocas horas.