La joven fallecida, una biomédica catalana que se encontraba de prácticas en Madrid
El olmo siberiano que ayer mató a una joven de 23 años en la calle Almagro de Madrid, junto a la glorieta de Alonso Martínez, al ser tumbado por las fuertes rachas de viento de la borrasca Ciarán, era un árbol sano, que había sido revisado por última vez el pasado mes de mayo.
Eo área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid ha explicado que el Servicio de Evaluación y Revisión Verde (Server) había revisado este ejemplar en dos ocasiones debido a su gran porte: el 25 mayo de 2023 y el 28 de mayo de 2022.
Era un árbol sano y en ninguna de las dos inspecciones se detectó ningún defecto, han subrayado desde el Ayuntamiento de Madrid. Además, el Server constató ayer tras producirse el suceso que el ejemplar desplomado no sufría ninguna patología ni daño previo al vuelco.
Este servicio municipal se puso en marcha en 2018 y realiza desde entonces un programa de inspecciones periódicas y programadas en los 21 distritos de la capital. Los ejemplares a inspeccionar son los de edad madura y vieja, unos 350.000 ejemplares repartidos por toda la ciudad.
Según ha publicado El Mundo, la fallecida es Júlia Rodriguez Maeso, de 23 años, natural de Esparraguera, provincia de Barcelona. Fue golpeada por el árbol, de 20 metros de largo y dos toneladas de peso, cuando cruzaba la calle Almagro junto a sus padres.
La joven era biomédica y se encontraba de prácticas como becaria en el departamento de Marketing y Neurociencia en la farmacéutica Novartis. El suceso dejó además varios heridos leves y los padres de Júlia tuvieron que ser atendidos por una fuerte crisis de ansiedad.