La autopsia tendrá que determinar si se trata de una asfixia accidental o de naturaleza homicida
El bebé hallado muerto este pasado domingo en una bolsa de rafia de supermercado entre unos contenedores en el distrito madrileño de Barajas es un niño, de raza blanca, de dos o tres días de vida y murió por asfixia, según los primeros resultados de la autopsia practicada al cadáver en el Instituto de Medicina Legal de Valdebebas, donde se le realizarán más pruebas.
En principio, el cuerpo no presentaba signos evidentes de violencia, aunque el informe definitivo de la autopsia tendrá que determinar si se trata de una asfixia accidental o de naturaleza homicida, han informado este martes fuentes policiales. También se le practicará al cuerpo un análisis toxicológico.
Cuando fue hallado por un vecino de la zona, sobre las 13:30 horas, todavía conservaba el cordón umbilical. Llevaba un pijama y en los contenedores se encontró ropa de bebé que está siendo analizada. La Policía se centra ahora en tratar de identificar y localizar a los padres, una tarea que está siendo complicada, ya que se cree que no nació en un hospital.
De las pesquisas se han hecho cargo agentes del Grupo V de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Madrid, que han hablado con vecinos de la zona y con la persona que encontró al niño en la calle Acuario, y están revisando las cámaras de seguridad de comercios y edificios cercanos por si pudieron captar algo.