El hombre, antes de quitarse la vida, contó a un familiar que había matado a su expareja y al novio de ésta en una finca de Brea de Tajo
El hombre que murió el pasado 23 de diciembre por la noche cuando circulaba en bicicleta por una zona con poca iluminación de la R3, a la altura de Mejorada del Campo, –como contamos aquí en MiraCorredor-, en realidad se suicidó al estrellarse contra una furgoneta, según la investigación de la Guardia Civil.
Guillermo, de 35 años, quiso quitarse la vida esa noche tras confesar a su hermano que había cometido un doble crimen. «Los he cocido dentro de la furgoneta», manifestó a este familiar que, tras conocerse el atropello mortal trasladó a los agentes la confesión, según publica El País.

Imagen de la furgoneta calcinada en Brea de Tajo publicada por El Debate.
Esa confesión reactivó una investigación de la Guardia Civil que desde el pasado 15 de noviembre buscaba a Shirley M. L., de 33 años, natural de Marchamalo (Guadalajara) y a un joven de 18, que acababa de salir de un centro de internamiento de menores, y con el que mantenía una relación tras dejarlo con Guillermo.
Ambos vivían en una furgoneta abandonada en una finca propiedad de Guillermo en la localidad madrileña de Brea de Tajo donde este jueves la Guardia Civil ha hallado restos carbonizados de los dos cadáveres de los desaparecidos esparcidos en distintos lugares de la misma finca, como contamos aquí.

Cartel difundido por SOS Desaparecidos.
Los investigadores creen que ambos murieron calcinados mientras dormían en el interior del vehículo. Para evitar que pudieran salir, el presunto asesino atrancó las puertas de la furgoneta por fuera antes de rociarla con gasolina. Después, intentó enterrar los restos en la finca donde ahora han sido hallados.
Guillermo y Shirley mantuvieron una relación de varios años y él le había dejado a ella vivir en la furgoneta, donde se había instalado también su nuevo novio. Guillermo no lo soportaba y acabó con ellos. Antes de quitarse la vida fue interrogado por los agentes por la desaparición de la joven, pero nadie sospechó que podía tratarse de un nuevo crimen machista.