El tribunal justifica la prisión provisional por delitos graves y el hallazgo de grandes cantidades de dinero en metálico, que difícilmente pueden corresponder a su sueldo como funcionario
La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha rechazado el recurso de apelación presentado por el exjefe de la Unidad de Delitos Económicos y Fiscal (UDEF) de la Jefatura Superior de Policía de Madrid, Óscar Sánchez Gil. Por tanto, acuerda mantener su prisión provisional debido al «evidente» riesgo de sustracción a la Justicia.
Óscar Sánchez Gil está investigado por delitos de tráfico de drogas en cantidad de notoria importancia cometido por funcionario público, organización criminal, blanqueo de capitales y cohecho. El exjefe policial recurrió la decisión del Juzgado Central de Instrucción 1, que ratificó su ingreso en prisión el 12 de abril. Alegó falta de acceso a los elementos esenciales de la causa, al igual que otro acusado que fue excarcelado.
Sin embargo, la Sala aclara que ya se había levantado casi en su totalidad el secreto de sumario. Esto permitió que Óscar Sánchez Gil pudiera acceder a la causa y presentar alegaciones. Por tanto, no se le impidió el acceso a los elementos necesarios para recurrir la prisión provisional, según el tribunal.
El auto señala indicios claros de la participación del exjefe de la UDEF en hechos delictivos. Estos se reflejan en «cuantiosos pagos» recibidos. En su casa de El Viso, en Villalbilla, se encontraron más de 20 millones de euros en efectivo ocultos en dobles fondos, techos y paredes. Además, tenía un millón de euros en efectivo en su despacho en la Jefatura Superior de Policía de Madrid.
La Audiencia añade que estas cantidades son «imposibles de justificar» como retribución oficial y que su ocultación confirma un origen ilícito. Por ello, existe un «evidente» riesgo de fuga o de ocultación para evitar la acción de la Justicia. Aunque el exjefe tiene arraigo familiar, la Sala considera que las graves consecuencias sociales y profesionales de una condena no constituyen un freno suficiente para evitar ese riesgo.
En la operación también fue detenida su pareja, agente de la Policía Nacional adscrita a la Policía Judicial en Alcalá, y su cuñada, que poseía unas 70 licencias de VTC. En total, fueron 12 las personas arrestadas por delitos relacionados con tráfico de drogas, cohecho, blanqueo y organización criminal.
Esta investigación forma parte de una operación antidroga que comenzó con la incautación del mayor alijo de cocaína en la historia de España. Se interceptaron en el puerto de Algeciras 13.062 kilos ocultos en un contenedor que transportaba plátanos. Esto supuso la segunda mayor incautación en Europa en un solo contenedor y una de las mayores a nivel mundial.
En una segunda fase se lograron nuevas detenciones e incautaciones de vehículos de alta gama y del dinero que escondía el alto mando policial. Ese dinero sería los beneficios obtenidos por la pareja de policías, por su papel de cooperadores con la trama de narcos durante varios años.