Sale adelante gracias al apoyo o a la abstención de los socios de investidura de Sánchez
El Congreso ha convalidado esta tarde el decreto por el que el Gobierno central impuso de nuevo el pasado 23 de diciembre el uso obligatorio de la mascarilla al aire libre en todo el territorio nacional. Ha salido adelante por mayoría simple (155 a favor, 149 en contra y 26 abstenciones) y gracias a la obtención o al apoyo de los socios de investidura de Pedro Sánchez.
Por su parte, PP, Vox y Cs han votado en contra. Además, también se ha aprobado que se tramite como proyecto de ley por el procedimiento de urgencia. La mayoría de los grupos han cuestionado la eficacia de la medida con duras críticas al Ejecutivo, y más en un momento en el que está descendiendo la incidencia en todo el país.
Sin embargo, el decreto también incluía medidas sobre contratación de sanitarios y pensiones que han dificultado el voto en contra. «Le dijimos al Gobierno que la obligación de llevar mascarilla en exteriores era absurda y contraproducente. Hoy la traen al Congreso camuflada en un mismo decreto con cuestiones de pensiones. Así no se hacen las cosas», ha criticado Íñigo Errejón de Más País.
La medida, que estará en vigor hasta que el Gobierno decida ponerle fin, en función de la incidencia acumulada, ha sido muy cuestionada por varios grupos de la oposición. Desde el PP han pedido informes técnicos que justifiquen mantener la mascarilla al aire libre, y han recordado que se trata de una medida ampliamente cuestionada por la comunidad científica.
De esta forma se prorroga hasta nueva orden el uso obligatorio de mascarillas para las personas de seis años en adelante en cualquier espacio cerrado o al aire libre de uso público o que se encuentre abierto al público, así como en el transporte públicos. La norma, además, habilita al Gobierno a modificar, mediante real decreto, la obligatoriedad en función de la evolución de los datos epidemiológicos.
El texto también establece las excepciones a esta obligatoriedad, como puede ser durante la práctica de deporte individual o de actividades en el exterior, siempre que se mantenga una distancia mínima de 1,5 metros con otras personas no convivientes. Tampoco están obligadas a llevarla las personas que presenten algún tipo de enfermedad o dificultad respiratoria que pueda verse agravada por el uso de la mascarilla.
Varias comunidades como la Comunidad de Madrid no ven necesario el uso obligatorio de la mascarilla en exteriores, salvo cuando hay aglomeraciones o cuando no se puede mantener la distancia de seguridad de 1,5 metros. La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, ha cuestionado el criterio con el que el Gobierno sigue manteniendo la medida, con una bajada de los contagios.
«¿Con qué criterio decide el Gobierno que sigamos manteniendo las mascarillas al aire libre en estos momentos?», ha publicado Ayuso en su cuenta de Twitter. Para el consejero madrileño de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, el uso obligatorio de la mascarilla en exteriores, si no hay una aglomeración y se puede mantener la distancia de seguridad de 1,5 metros, «no tiene tanto sentido».