Madrid rechaza la medida y apela al mérito y al esfuerzo en la educación
Los alumnos podrán pasar de curso y obtener el título sin límite de suspensos en la ESO y con un suspenso en Bachillerato, aunque ello dependerá en última instancia de la decisión que tome el equipo docente de forma colegiada y de determinadas condiciones.
Así lo recoge el proyecto de real decreto por el que se regula para el curso 2021-2022 la evaluación y condiciones de promoción de Primaria, Secundaria y Bachillerato, al que ha tenido acceso Efe, y que el Ministerio de Educación ha enviado a las comunidades autónomas para su discusión.
El texto propuesto por la ministra Isabel Celaá refleja el espíritu de la última reforma educativa (Lomloe), que limita la repetición y establece que esta medida debe ser excepcional, de manera que solo se podrá adoptar una vez durante Primaria y dos veces como máximo a lo largo de la enseñanza obligatoria.
El borrador del real decreto hace especial énfasis en que tan pronto se detecten dificultades para el aprendizaje se apliquen las medidas de refuerzo educativo necesarias o se opte por una diversificación curricular, porque el objetivo último es evitar a toda costa la repetición.
En la Educación Primaria, el proyecto explica que la evaluación será continua y global, y que los centros podrán elaborar programas de refuerzo o de enriquecimiento curricular que permitan mejorar el nivel competencial del alumnado que lo requiera.
En cuanto a su promoción, el equipo docente adoptará las decisiones de manera colegiada y se accederá al curso o a la etapa siguiente cuando éste estime que los aprendizajes que, en su caso, no se hubieran alcanzado no impiden al alumno seguir con aprovechamiento su formación.
Si tras aplicar las medidas adecuadas para atender las dificultades del alumno el equipo docente cree que la permanencia un año más en el mismo curso es la medida más adecuada para favorecer su desarrollo, se organizará un plan específico de refuerzo para ese curso.
Los alumnos de la ESO promocionarán de curso cuando los profesores consideren que la naturaleza de las materias que, en su caso, pudieran no haber superado, les permite seguir con éxito el curso siguiente y tienen expectativas favorables de recuperación y que dicha promoción beneficiará su evolución académica.
Respecto a la titulación, la propuesta ministerial afirma que se obtendrá habiendo finalizado el curso con evaluación negativa en una o más materias, siempre que -a juicio del equipo docente- se hayan adquirido las competencias básicas.
Los alumnos de Bachillerato pasarán de primero a segundo cuando hayan superado las materias cursadas o tengan evaluación negativa en dos materias como máximo. En todo caso, deberán matricularse en segundo curso de las materias pendientes, y los centros deberán organizar actividades de recuperación.
Si al término del segundo curso tuvieran evaluación negativa en algunas materias podrán matricularse de ellas sin necesidad de cursar de nuevo las materias superadas u optar por repetir el curso completo. Para obtener el título de Bachiller será necesaria la evaluación positiva en todas las materias de los dos cursos.
Excepcionalmente se podrá decidir la obtención del título de Bachiller por un estudiante que haya aprobado todas las materias salvo una, siempre que la media aritmética de las calificaciones obtenidas en todas las materias de la etapa sea igual o superior a cinco, entre otras condiciones.
La Comunidad de Madrid, en palabras de su consejero de Educación, Enrique Ossorio, ha sido la primera región en pronunciarse en contra porque «lanzar ese mensaje continuo de que se puede titular con suspensos, que no hay que repetir, que se puede aprobar con las máximas facilidades creemos que es un error».
El Gobierno justifica la medida en que España casi triplica la tasa de repetición de Primaria y Secundaria en relación al promedio de los países de la OCDE: el porcentaje de alumnos que había repetido al menos una vez con 15 años es del 29 por ciento frente al 11 por ciento de la OCDE.