Un motorista le salvó la vida en mitad de la carretera, pero su evolución en el hospital pende de un hilo
Luis Alfonso, un transportista de 51 años, es el hombre que, como adelantamos aquí en MiaCorredor.tv, el pasado lunes por la noche sufrió un infarto en mitad de la A-4, en Madrid, cuando iba con su furgoneta en compañía de Fernando, un motorista de 50 años, al que antes había ayudado con un pinchazo.
Primero paró su furgoneta para ayudar a Fernando que había pinchado en la carretera y había señalizado la avería. Decidió subir su moto a su vehículo y acercarlo hasta un punto de Madrid.
Se subieron en la furgoneta, iban hablando tranquilos pero ninguno de los dos se esperaba lo que iba a pasar en medio de la autovía.
En un momento dado, Luis Alfonso se desplomó en el volante y Fernando tuvo que quitar la velocidad y fue frenando con el freno de mano hasta poder detener el vehículo.
Una vez parados, en el kilómetro 7 de la Carretera de Andalucía, Fernando llamó al 112 para pedir ayuda y, con las instrucciones que le daban y gracias a que tenía un curso de primeros auxilios, empezó a reanimarle hasta que llegaron dos ambulancias y una pareja de la Guardia Civil de Tráfico.
En ese momento se montó el dispositivo de emergencias, cortaron los carriles, instalaron una tienda de campaña y los profesionales del SAMUR-Protección Civil consiguieron reanimarle en el suelo. Una vez devuelto a la vida, fue trasladado al Hospital 12 de Octubre donde se debate entre la vida y la muerte.
Su hermano, Jorge, residente en San Fernando de Henares, cuenta a MiraCorredor.tv que la familia está muy agradecida por la ayuda que le prestó Fernando. «Estamos súper agradecidos, agradezco que hubiese pinchado porque si mi hermano se queda inconsciente en la carretera podría haber tenido un accidente o si hubiera conseguido parar a tiempo en una cuneta, se hubiera muerto allí mismo».
A pesar de la atención de Fernando, a quien previamente había ayudado con el pinchazo de su moto Luis Alfonso, su vida corre peligro. Su hermano explica que está muy grave, «tiene afectados los riñones, el hígado, el corazón lo tiene destrozado y también los pulmones». «Los médicos nos han dicho que si desconectan cualquier monitor dura cinco segundos vivo».
Ahora se encuentran a la espera de su evolución, rezan para que pueda salir de ésta y que no le queden secuelas. «Dios quiera que salga adelante pero las secuelas que le puedan quedar pueden ser graves, sobre todo en la cabeza». Los médicos piensan que posiblemente tenga el cerebro dañado.
Luis Alfonso es padre de dos hijos, de 13 y 19 años, vive en Vallecas y hasta ese día no tenía ninguna enfermedad ni su familia había notado nada raro.
El motorista, Fernando, le salvó la vida en ese momento, hizo lo que pudo, pero ahora su vida pende de un hilo.