El padre trabajó como camarero en Alcalá de Henares hasta el pasado mes de abril
Aunque el caso se encuentra bajo secreto de sumario, poco a poco se van conociendo nuevos detalles. Lo último tiene que ver con la identidad de las víctimas y su vida en España. Según ha desvelado a la prensa brasileña un familiar de la pareja asesinada junto a sus hijos, Marcos Nogueira (el padre de familia) y Janaína Santos (la madre) habían abandonado Brasil hace tres años para venir a España, en busca de una oportunidad de trabajo.
Marcos y Janaína, de unos 40 años, (ambos en la magen de portada, vía Facebook) viajaron a España con su hija dejando atrás su vida en Joao Pessoa, capital y localidad más poblada del Estado de Paraíba, al nordeste de Brasil. Fue en España donde nació su hijo pequeño, de apenas un año.
Los detalles los ha ofrecido a la prensa de Brasil un cuñado de la mujer hallada muerta junto con su familia, Eduardo Bráulio, quien asegura que se enteraron de la tragedia viendo las noticias. Fue entonces cuando se pusieron en contacto con el Consulado General de Brasil, que les confirmó la identidad de los cuatro fallecidos, mediando el Ministerio de Exteriores de aquel país.
Este familiar cuenta que Marcos trabajaba de camarero y que ella en la actualidad no trabajaba. «Hacía bastante tiempo que no teníamos contacto, creíamos que era porque se habían mudado y estaban sin Internet», ha señalado el cuñado de Janaína al portal de noticias Globo.com, quien explica que en ningún momento desconfiaron porque «a veces pasaba que se quedaban sin comunicación».
Según el testimonio de este familiar, «la familia ha sido diezmada» y asegura no sospechar lo que pudo haber sucedido.
La prensa brasileña además informa de que el padre de Janaína tuvo que ser ingresado en el hospital nada más conocer la noticia. Los mismos medios apuntan a que miembros de la familia tienen previsto viajar a Madrid este mismo martes.
Tras conocerse la declaración del cuñado de Janaína, la Guardia Civil ha confirmado que trabaja en el entorno del padre para tratar de esclarecer los hechos o conseguir alguna pista que pueda aportar luz a la investigación. Se trabaja en estos momentos en Pioz, donde fueron hallados los cuerpos descuartizados dentro de seis bolsas de plástico precintadas y donde la pareja estaba empadronada desde el pasado 21 de julio; se está indagando también en Torrejón de Ardoz, donde residía la familia hasta el verano; también se buscan pistas en Alcalá de Henares, donde el padre trabajó como camarero en un restaurante hasta el mes de abril y después se quedó en el paro; y en Brasil, para averiguar cómo era la vida de la pareja antes de llegar a nuestro país.
Parecía una familia normal, joven, con dos hijos pequeños (de 1 y 3 años) y con una vida aparentemente normal. En sus perfiles de redes sociales mantenían hasta junio de este año contacto frecuente con familiares y amigos, publicando fotos de diferentes momentos de su vida como cualquier usuario.
Mientras tanto en Pioz continúan a la espera de una respuesta por parte de la Guardia Civil, de una clave que les deje tranquilos. Por ahora lo que se conoce es la principal hipótesis, que no la única, con la que trabajan los investigadores, y es que unos asesinos a sueldo pudieron viajar expresamente hasta la localidad de Guadalajara para acabar con ellos, tratándose por tanto de un supuesto ajuste de cuentas.
De momento los vecinos se unen para condenar el crimen. Este mismo martes medio centenar de personas se han concentrado a las puertas del Ayuntamiento para expresar su repulsa y guardar un minuto de silencio.
El alcalde del municipio ha hecho pública la condena del pueblo «a esa parte negra de la humanidad que es capaz de unos actos tan crueles».