El padre dejó una nota en la que confiesa haber matado a sus hijos para que no sufran
El parricida de Getafe ahogó a sus dos hijos en la bañera, posteriormente dejó los cadáveres encima de una cama y prendió fuego a la habitación, por lo que los cuerpos fueron encontrados calcinados.
Así se desprende de los primeros resultados de la autopsia practicada este miércoles a los cuerpos de Alejandro, de 13 años, con problemas de movilidad por una parálisis cerebral y de Marina, de 8 años.
La Policía Nacional ha encontrado además una nota entre las ropas del hombre que después se suicidó al arrojarse a las vías del tren en la estación de Getafe Industrial. En la misma se podía leer: «He matado a mi hijos. No quiero que sufran».
El 112 recibió un aviso a las 20.15 horas de ayer martes alertando de un incendio en una vivienda situada la Plaza de Benjamín Palencia de Getafe, y sobre las 20.20 horas, recibió otro aviso sobre el arrollamiento del padre de las víctimas en la estación de Getafe Industrial de Cercanías, que se encuentra a dos kilómetros del domicilio familiar.
Según fuentes policiales, la madre se hallaba fuera del domicilio en el momento de desatarse el incendio y fue ella quien cuando se enteró de lo sucedido, facilitó el acceso de los Bomberos a la vivienda, cuya puerta se encontraba cerrada por fuera con llave.
Una vez sofocado el incendio, los Bomberos encontraron los cuerpos de los dos menores calcinados y tendidos encima de la cama de matrimonio.
Este miércoles, cientos de personas se han congregado en la Plaza del Ayuntamiento de Getafe para rendir un homenaje a los dos menores.
La concentración ha contado con la participación de numerosos representantes de la política local con la alcaldesa, Sara Hernández, a la cabeza. Hernández ha querido lanzar un mensaje de «cariño, de solidaridad, un mensaje caluroso y un abrazo fraternal», no solo a la madre de las niños, sino también a sus familiares y amigos «por los momentos difíciles por los que están pasando».
Fuentes policiales han insistido en que no existían denuncias previas ni orden de alejamiento en este caso, aunque la pareja se encontraba en proceso de separación, un supuesto que la madre de los niños ha negado ante la Policía.