El radar más activo de España denunció a más de 100.000 conductores
Los radares de la DGT formularon 3.355.287 denuncias por exceso de velocidad durante el año 2023, lo que supone una disminución del 9,4% sobre las realizadas en el mismo período del año anterior (3.704.675), aunque ha habido radares que han aumentado su actividad sancionadora en más de un 500%, según revela un estudio realizado por la organización de defensa de los conductores Automovilistas Europeos Asociados (AEA) publicado recientemente.
En su estudio, AEA destaca que solo 50 radares, de los más de 1.000 que tiene Tráfico desplegados por las carreteras españolas, registran más del 30% del total de denuncias que la DGT formula cada año en las vías de su competencia (1.245.053).
Por comunidades autónomas, el informe de AEA destaca que los radares más activos se han localizado en Andalucía, con 436.273 denuncias formuladas; Madrid, con 210.792; y la Comunidad Valenciana, con 127.063 denuncias. Por el contrario, los radares situados en Asturias (26.083), Extremadura (27.590) y Castilla y León (33.259) son los que menos denuncias contabilizaron.
Respecto a los radares que más denuncias formularon en 2023, AEA señala en su informe que el radar más activo de España se encuentra ubicado en Madrid, en el km 20,2 de la vía de circunvalación M-40, cerca de Mercamadrid, con un récord de 118.149 denuncias. También AEA destaca en su estudio que solo 50 radares, de los más de mil que dispone la DGT, formularon el 38 % del total de denuncias (1.245.053). De ellos, 28 ya aparecían en el ranking de cinemómetros más activos del año anterior. Los otros 22 se sitúan en nuevos emplazamientos.
Además, AEA llama la atención sobre el hecho de que determinados radares, concretamente nueve, han incrementado su actividad. Así, por ejemplo, el radar situado en el km. 20,2 de la M-40 madrileña, ha pasado de formular 17.412 denuncias en 2022 a 118.149 en 2023. También los radares situados en los kms. 127,6 de la A-15, en Navarra; en el km. 9,2 de la A-55, en Pontevedra; en el km. 9,6 de la EI-600, en Ibiza; en el km. 42,2 de la GC-1, en Las Palmas; en el km. 195,6 de la A-67, en Cantabria; en el km. 545,1 de la A-8, en Lugo; en el km. 57,8 de la A-5, en Toledo y en el km. 0,8 de la A-92, en Sevilla, han experimentado importantes subidas.
Por ello, el presidente de AEA, Mario Arnaldo, considera que «la DGT debería replantearse su política de radares, ya que en estos puntos no se está consiguiendo el objetivo de evitar los excesos de velocidad ni los accidentes, convirtiendo los radares en meros instrumentos de recaudación».