La Comisión Europea ha pedido a la Oficina Europea Antifraude que investigue si se usaron fondos europeos y la Fiscalía Anticorrupción ha enviado a la Fiscalía Europea contratos del «caso Koldo»
La Oficina Europea Antifraude (OLAF) y la Fiscalía Europea (EPPO, por sus siglas en inglés) investigan la presunta trama de corrupción en la compra de mascarillas que afecta al Gobierno de España y al PSOE. La Comisión Europea ha pedido a la Oficina Europea Antifraude que investigue si el presunto cobro de comisiones ilegales en la compra de mascarillas durante la pandemia, en el denominado «caso Koldo» pudo afectar a los fondos europeos.
«La Comisión Europea tomará todas las medidas necesarias para proteger el presupuesto de la Unión Europea y tiene tolerancia cero con el fraude», ha asegurado a Europa Press un portavoz comunitario, al ser cuestionado por el caso y su impacto en las arcas comunitarias. Los servicios comunitarios están en «estrecho contacto» con las autoridades nacionales responsables de la gestión de los fondos europeos para determinar si hay dinero comunitario «involucrado», ha añadido.
Por otro lado, la Fiscalía Anticorrupción española ha enviado a la Fiscalía Europea contratos del «caso Koldo», por el que fueron detenidas una veintena de personas, entre ellas Koldo García -el militante socialista y exportero de puticlub que fue asesor y mano derecha del exministro de Transportes, Jose Luis Ábalos- firmados con los gobiernos autonómicos socialistas de Baleares y Canarias por un importe conjunto de 15,3 millones de euros.
En concreto, se trata de contratos firmados con los gobiernos presididos entonces por la actual presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, y por el ahora ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres. La Fiscalía Anticorrupción sospecha que en ambos casos esos contratos se abonaron con fondos europeos y, por tanto, es competencia del órgano comunitario investigarlos.
Ayer el diputado del PSOE y exministro de Transportes, José Luis Ábalos, anunció en una comparecencia desde el Congreso que no entregará su acta de diputado, como le exigía su partido, y que pasará al Grupo Mixto, por lo que seguirá siendo parlamentario. El exministro defendió su inocencia y señaló que ha tomado esta decisión para defender su «honor» desde el Grupo Mixto tras la detención de su exasesor y mano derecha.
Ábalos añadió que continuar como diputado le «permitirá seguir defendiendo mis ideas con libertad y criterio». «Ojalá también asistir al final de esta partida, obligando a que quienes ahora pretenden echarme a la calle por la puerta de atrás, tengan que mirarme a la cara», dijo el que fuera secretario de organización del PSOE, que ahora lo ha suspendido de militancia cautelarmente y le ha abierto un expediente disciplinario. Ábalos avisa: «Tengo muchas respuestas, las iré dando».