Tras recibir críticas de ganaderos y líderes socialistas por sus palabras sobre las macrogranjas
El ministro de Consumo, Alberto Garzón, cuyas críticas a las macrogranjas fueron censuradas por el presidente del Gobierno y otros dirigentes socialistas, ha evitado responder a éstas y se ha limitado a afirmar que esas declaraciones se refieren a cosas que no dijo, además de insistir en que se ha construido un bulo para atacarle.
Garzón, en una entrevista en el programa de internet Carne cruda, ha explicado este jueves que desconoce los motivos por los que Pedro Sánchez no salió en su defensa: «No puedo responder porque no soy el que tomó la decisión, pero, cuando se habla de lo que sí dije, en el Gobierno hay consenso», ha añadido.
«Cuando de lo que se habla es de lo que no dije, entonces se entra en el marco de quienes se benefician de esta polémica», ha apuntado, y ha señalado que el primero que difunde el «bulo» es el «candidato de las macrogranjas», en referencia al presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco. Sobre las críticas de varios presidentes autonómicos del PSOE ha dicho que «no merece ni la pena responder».
Las palabras de la polémica fueron pronunciadas por el ministro en una entrevista en The Guardian, en la que afirmaba que «la ganadería extensiva es sostenible», y señalaba a continuación que «lo que no es sostenible en absoluto son esas llamadas macrogranjas». Después se refiere a esas macrogranjas para decir que exportan «carne de mala calidad» de «animales maltratados».
«Encuentran un pueblo en un área despoblada de España y colocan allí a 1.000, ó 5.000, ó 10.000 cabezas de ganado. Contaminan la tierra, contaminan el agua y luego exportan esta carne de mala calidad de estos animales maltratados», declaró Garzón en el prestigioso medio británico el pasado 26 de diciembre.