Agentes de la Policía Nacional tuvieron que reducir al animal con una pistola táser
Un niño de cuatro años resultó herido el pasado domingo, 5 de mayo, tras ser atacado, cuando caminaba junto a su padre, por un perro de raza rottweiler, catalogada como potencialmente peligrosa, que iba suelto y no llevaba el bozal obligatorio, y fue reducido por la Policía con una táser.
Los hechos se produjeron sobre las 13:30 horas en el Paseo de Recoletos de la capital. Varios testigos observaron que un perro estaba mordiendo a un niño en el muslo y trataron de apartar al animal, pero no lo consiguieron, por lo que avisaron a los servicios de emergencias.
Hasta el lugar se trasladaron agentes de la Policía Nacional que, tras asegurar la zona, dispararon dos veces al animal con una pistola táser logrando que el perro soltara al niño, que fue atendido por los sanitarios del SAMUR.
El menor presentaba una mordedura en el muslo, según han informado fuentes sanitarias y policiales. La Policía Municipal, por su parte, interpuso la correspondiente sanción administrativa a la dueña del perro por llevarlo suelto y sin bozal por la calle.
En este sentido, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha pedido a los dueños de los animales que cumplan con la normativa y ha señalado que la propietaria del perro cometió «una tremenda irresponsabilidad que desgraciadamente ha pagado un niño».
«Comprobaremos esa conducta y si es sancionable, desde luego la sancionaremos. Pero lo que sí pido a todos los propietarios de los perros y especialmente de los perros peligrosos es que cumplan con la normativa en todo momento», dijo ayer, al ser preguntado por el suceso, el regidor.