Cobra fuerza la hipótesis de que pueda tratarse de un caso de violencia de género
Un juzgado de Toledo está investigando el caso de la joven madrileña de 30 años aparecida muerta este sábado en una cuneta de la A-5, a la altura de la localidad toledana de Santa Cruz del Retamar.
El cadáver fue encontrado poco antes de las ocho de la mañana por un conductor en una cuneta, en el carril de aceleración de Santa Cruz del Retamar que permite incorporarse a la autovía A-5, a la altura del kilómetro 56.
Tras confirmar el fallecimiento, agentes de la Guardia Civil y de la Policía Judicial, así como profesionales del laboratorio y personal de la DGT, estuvieron recogiendo pruebas en la zona para determinar lo ocurrido.
Las primeras hipótesis apuntaban a que había sido víctima de un accidente de tráfico, pero a medida que han ido pasando las horas cobra fuerza el supuesto de que pudo ser atropellada de forma voluntaria y que pudiera tratarse de un caso de violencia de género, según ha apuntado este domingo el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, José Julián Gregorio.
Será la autopsia la que determine las causas reales de la muerte, para poder confirmar si murió a consecuencia del atropello y posterior fuga del conductor.
Algunas informaciones ponen el foco en el compañero sentimental de la joven, a quien según el diario ABC estaría tratando de localizar sin éxito la Guardia Civil. Ambos residían en el barrio madrileño de Carabanchel.
A esta persona se le estaría buscando en Madrid centro y alrededores y en Sevilla, donde tendría familia. Cuenta con antecedentes y se podría enfrentar ahora y a priori a un delito de homicidio doloso.
No obstante, continúan las investigaciones y el juzgado ha decretado el secreto de sumario.