La regidora se ha bajado el sueldo un 25% para destinarlo a paliar los efectos de la crisis sanitaria
El Ayuntamiento de Pozuelo del Rey repartió el jueves más de 2.000 mascarillas quirúrgicas de protección que ha adquirido para todos los vecinos de la localidad madrileña. En cada domicilio se entregaron cuatro unidades para cubrir las necesidades de desplazamiento de los residentes.
El reparto lo llevaron a cabo la alcaldesa, María Alarcón, y el primer teniente de alcalde, Ángel Gómez. El objetivo del Consistorio es que cualquier miembro de la unidad familiar que puntualmente pueda necesitar de su uso, ante la posible falta de este recurso en las farmacias o lugares de abastecimiento, pueda acceder a ellas.
Se trata de mascarillas quirúrgicas debidamente homologadas que se entregaron en mano o en los buzones en aquellos casos en los que no había nadie en casa. «La adquisición de más de 2.000 mascarillas ha supuesto un esfuerzo económico a las arcas municipales, pero desde el principio de esta crisis hemos puesto la salud de los vecinos por encima de todo», ha explicado Alarcón, agradeciendo, una vez más, su apoyo a los agricultores voluntarios que regularmente están desinfectando el pueblo. Acciones que han permitido que, a día de hoy, según las estadísticas de la Comunidad de Madrid, Pozuelo del Rey sea uno de los pueblos con menor índice de contagios de toda la región.
«Ahora que se ha iniciado la desescalada, nos queremos asegurar que todos los vecinos puedan contar con una mascarilla para salir a hacer las gestiones básicas», ha comentado la alcaldesa, recordando que, tal y como se viene poniendo de manifesto desde el inicio del estado de alarma, «hay que respetar siempre la máxima de salir lo imprescindible de casa, que se ha demostrado como la medida más eficaz para luchar contra la propagación del coronavirus».
Por otro lado, Alarcón, del partido Unión de Ciudadanos Independientes (UCIN), ha anunciado su renuncia a percibir el 25% de su sueldo, ya en la nómina del mes de abril, con el fin de destinarlo a partidas para paliar el impacto de la crisis sanitaria, social y económica de la pandemia provocada por el coronavirus en el municipio. De esta manera, su sueldo mensual se sitúa en apenas 1.000 euros, menos de la mitad de la retribución máxima establecida por ley.
La decisión de la primer edil pozueleña supone, a juicio de la propia regidora, «un ejemplo de responsabilidad y la demostración de que en una situación tan compleja como la actual, en la que muchos vecinos lo están pasando mal, hay que arrimar el hombro más que nunca».