Los dispositivos de estas zonas se ubicarán en Boadilla del Monte, Torrelaguna, Ciempozuelos, Las Rozas, Alcobendas, Fuenlabrada y algunos distritos de la capital
La Comunidad de Madrid ampliará su estrategia de test de antígenos (TAg) a zonas básicas de salud (ZBS) que, aunque no estén con restricciones, sí que registran una transmisión mantenida en el tiempo de COVID-19. Así lo ha avanzado esta semana el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, durante su visita al dispositivo de estas pruebas en la ZBS de Collado Villalba Estación, en Collado Villalba, atendido por enfermeros y técnicos de auxiliar de enfermería del Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda.
El objetivo de esta medida es aumentar el seguimiento y control de transmisión del virus, dentro de la Estrategia de Detección Precoz, Vigilancia y Control de COVID-19 puesta en marcha por la Comunidad de Madrid. Los dispositivos de estas zonas se ubicarán en Boadilla del Monte, Torrelaguna, Ciempozuelos, Las Rozas, Alcobendas, Fuenlabrada y algunos distritos de la capital. Estos nuevos test se sumarán a los más de 3 millones de Pruebas Diagnósticas de Infección Activa (PDIA) por SARS-CoV-2 que se han realizado desde que comenzó la pandemia. De estas, como ha detallado Ruiz Escudero, un total de 810.386 han sido test de antigénicos, que han arrojado una media de 7% de positividad.
Más de la mitad de los test de antígenos llevados a cabo, 435.785 pruebas, corresponde a los cribados poblaciones que hasta la fecha ha efectuado la Comunidad en 31 municipios de la región. Este tipo de prueba, ha destacado el consejero, cuenta con el respaldo de distintos organismos internacionales, como la Comisión Europea y el servicio público estadounidense Centros para el Control y Prevención de la Enfermedad (CDC), referente internacional en Salud Pública.
Los test de antígenos permiten la aplicación rápida de medidas sanitarias, como es el aislamiento en caso de personas que resulten con infección positiva (dado que el resultado se obtiene en 15 o 20 minutos) y el rastreo de sus contactos para que guarden cuarentena. Además, dado su precio económico (4,5 euros) y disponibilidad (tiempo y recursos que implica su análisis), se pueden realizar de forma repetida, lo cual incrementa su sensibilidad.
Los test de antigénicos comenzaron a mediados de septiembre a emplearse en las urgencias de los hospitales, posteriormente en los centros de Atención Primaria del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS), e igualmente, desde finales de ese mes se están aplicando en los cribados poblaciones que la Comunidad de Madrid aplica en las zonas de mayor transmisión del COVID-19.
Estos test están indicados en personas con síntomas sospechosos de COVID-19 con cinco o menos días de evolución, en determinados contactos estrechos, como son convivientes y personas vulnerables, así como en grupos específicos de personas asintomáticas (cribados, centros sanitarios y centros socio-sanitarios).