La campaña arranca con los grupos más vulnerables y se desarrollará hasta el 31 de enero de 2026 con vacunas adaptadas a las nuevas variantes
La Comunidad de Madrid ha iniciado hoy la campaña de vacunación contra la gripe de la temporada 2025-2026. Se desarrolla de forma simultánea a la vacunación frente al Covid-19, con vacunas adaptadas a las nuevas variantes. La campaña finalizará el 31 de enero de 2026.
En las dos primeras semanas, la vacunación se centrará en las personas más vulnerables. En esta fase se inmunizará a mayores de 60 años, niños de 6 a 59 meses y personal sanitario y sociosanitario.
A partir del 27 de octubre, se ampliará la vacunación al resto de grupos diana, como embarazadas y personas de 5 a 60 años con factores de riesgo. Después, también podrá vacunarse la población general que lo solicite.
El objetivo del Gobierno regional es alcanzar una cobertura del 75 % en mayores de 60 años y en personal sanitario y sociosanitario. Además, busca superar el 60 % en embarazadas, población infantil y personas con condiciones de riesgo.
En total, participan unos 800 centros en la campaña. Se incluyen centros de salud y consultorios del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS), hospitales públicos y privados, Centros Municipales de Salud Comunitaria del Ayuntamiento de Madrid y centros médicos privados acreditados. También participan residencias de mayores, instituciones penitenciarias y el Centro de Vacunación de la Comunidad de Madrid.
La Dirección General de Salud Pública ha adquirido 1.680.000 dosis de vacuna antigripal. Son 55.000 más que en la campaña anterior, lo que supone un incremento del 0,03 % respecto al año pasado.
Según datos de la Comunidad de Madrid, la vacuna contra la gripe es la medida más eficaz para prevenir la enfermedad y sus complicaciones. En la pasada campaña redujo un 80 % las hospitalizaciones por neumonía en mayores de 65 años, un 22 % la mortalidad en mayores de 75 con enfermedades crónicas y hasta un 75 % los casos ambulatorios.
La incidencia de la gripe en los niños es entre tres y cuatro veces superior a la de los adultos. En el caso de las personas de 60 años o más, que registran las mayores tasas de hospitalización, la efectividad fue del 25,38 % en Atención Primaria y del 22,58 % en ingresos hospitalarios.