La iniciativa busca proteger su valor tradicional, gastronómico y social como símbolo regional
La Comunidad de Madrid ha comenzado los trámites para declarar el cocido madrileño Bien de Interés Cultural del Patrimonio Inmaterial. El objetivo es preservar su historia, su preparación tradicional y su papel social.
El proceso se impulsa desde el Consejo Regional de Patrimonio Cultural, órgano consultivo del Gobierno autonómico. Este plato es considerado un referente de identidad para los madrileños desde hace más de un siglo y medio.
Aunque su origen exacto no está definido, el término cocido madrileño se documenta desde el siglo XIX. Ya en el siglo XVI se hacía referencia a la olla podrida, que muchos expertos consideran su antecesora.
Entre mediados del siglo XIX y principios del XX se consolida la receta actual. El cocido madrileño se prepara con garbanzos, carnes, verduras y embutidos, cocidos en agua y servidos en vuelcos, es decir, por partes.
Además de su valor culinario, representa un fenómeno social y cultural. Durante siglos, ha estado presente en la vida cotidiana y en los momentos de ocio de los madrileños.
Hoy es un símbolo que se encuentra tanto en hogares como en restaurantes, con variantes según el municipio. Existen recetas locales como el pradeño de Villa del Prado, el corucho en Cenicientos o la olla del segador en Navalcarnero.
La declaración como Bien de Interés Cultural permitiría garantizar su transmisión y promoción, reconociendo su importancia como parte del patrimonio gastronómico regional.