La organización cree que no habrá más confinamientos generalizados, aunque considera que emergerán nuevas variantes
La variante ómicron, que podría infectar al 60% de los europeos en marzo, ha iniciado una nueva fase de la pandemia de COVID-19 en la región europea y podría acercarla a su fin, según el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Europa.
«Es plausible que la región se esté acercando al final de la pandemia», ha dicho a la agencia AFP Hans Kluge. Sin embargo, ha instado a la precaución debido a la versatilidad del virus. La fase actual está marcada por la variante ómicron en la región, que comprende 53 países, incluidos varios de Asia Central.
«Una vez que baje la ola de ómicron, habrá por unas semanas y unos meses inmunidad general», «ya sea por la vacuna o porque la gente será inmune por la infección y también una baja por la estacionalidad», ha añadido el director de la organización en Europa.
La OMS espera «un periodo de calma antes del posible regreso del COVID-19 hacia finales de año, pero no necesariamente el retorno de la pandemia». En Sudáfrica, donde se detectó por primera vez la variante ómicron, los nuevos casos han ido bajando en las últimas cuatro semanas.
No obstante, Europa no se encuentra en una «era endémica», lo que permitiría equiparar el virus al de una gripe estacional, ha subrayado. «Endémica significa que podemos prever lo que va a ocurrir; este virus ha sorprendido más de una vez. Así que tenemos que ser prudentes», ha insistido Kluge.
«Espero que podamos terminar la fase de emergencia en 2022 y afrontar otras amenazas a la salud que requieren nuestra atención de forma urgente», ha indicado. «Esta pandemia, como todas las anteriores, terminará, pero es demasiado pronto para relajarse», añade la organización.
«Mientras ómicron parece causar enfermedad menos severa que delta, seguimos viendo un rápido aumento en las hospitalizaciones por el alto número de infecciones, al que hay que añadir la carga provocada por delta y la elevada cifra de ingresos secundarios», señala la OMS.
La Organización Mundial de la Salud resalta en un comunicado que las hospitalizaciones por ómicron requieren con mucha menor frecuencia ingreso en cuidados intensivos, donde la mayoría de pacientes son no vacunados.
«Con los millones de infecciones en el mundo en semanas recientes y venideras, la inmunidad decreciente y la estacionalidad, es casi una obviedad que emergerán y volverán nuevas variantes de la COVID-19», admite la OMS.
Pero Kluge no cree que habrá más confinamientos generalizados gracias al sistema de control, la alta vacunación y medidas como la ventilación, acceso a antivirales, los test y la protección de los grupos de riesgo con mascarillas de alta calidad y distancia física.
Según datos del pasado día 20, la región europea ha registrado 123 millones de casos en dos años, el equivalente a la población combinada de Francia e Italia y un tercio del total de infecciones global. La cifra de muertes asciende a 1.734.427, lo que supone 2.369 al día o casi 100 a la hora.
El 65% de la población total en la región ha recibido al menos una dosis de la vacuna, que según datos de la OMS ha salvado la vida a casi 470.000 personas mayores de 60 años en 33 países entre diciembre de 2020 y noviembre de 2021.
La OMS ha recordado, no obstante las «enormes desigualdades» en el acceso a las vacunas, que ayudan a impulsar la transmisión, prolongan la pandemia y aumentan la posibilidad de nuevas variantes, informa Efe.
La pandemia ha provocado también que más de 4 millones de personas caigan bajo el umbral de la pobreza con ingresos diarios inferiores a 5,50 dólares (4,85 euros) al día; y ha afectado a la educación de los niños y a la salud mental general.