Antonio Ortiz causó lesiones de máximo grado a otra de las niñas, según el médico que la atendió
Agentes de la Policía Científica que examinaron a una de las menores víctimas del presunto pederasta de Ciudad Lineal, Antonio Ortiz, han manifestado a la Sala que juzga los hechos que hallaron restos biológicos en el cuerpo de la pequeña, sin especificar a qué correspondían estas muestras.
Así lo ha manifestado uno de los agentes que participó en las pesquisas policiales que acabaron con la detención de Ortiz el 24 de septiembre de 2014. En la sesión, han comparecido varios de los agentes de la Policía Nacional que tomaron muestras a la menor que fue secuestrada el 22 de agosto de 2014.
Este testigo ha relatado que acudió al hospital para examinar a la niña, que fue agredida en un descampado situado al final de la calle Alcalá y próximo a la M-40. La niña, de siete años y de origen latino, fue agredida en el interior de unas vallas. Apareció en el mismo descampado, ya que en un momento determinado logró huir de su agresor.
Según su relato, se le aplicó luz forense sobre la pequeña y se observó que tenía restos biológicos en la comisura de los labios. Se tomó una muestra con una torunda de algodón y se remitió al laboratorio de Científica.
Otro de los agentes de la Brigada Provincial de Policía Científica que se encargó de etiquetar las muestras recogidas sobre esta menor ha confirmado que en ningún momento se rompió la cadena de custodia de las mismas.
Causó lesiones de máximo grado a otra de las niñas
Por otro lado, el doctor que operó a una de las cuatro niñas de las que presuntamente agredió el pederasta de Ciudad Lineal dijo en el juicio que Ortiz le provocó lesiones «de máximo grado» que «podrían haberle causado la muerte en otras circunstancias».
Se trata de la menor agredida el 17 de junio de 2014, una niña de origen chino y de 6 años de la que Ortiz presuntamente abusó en el piso de la calle de Santa Virgilia, en el distrito madrileño de Hortaleza, según creen los investigadores.
Fuentes jurídicas han precisado que la menor, que tuvo que estar ingresada durante diez días en el Hospital La Paz de Madrid, sufrió lesiones de grado cuatro, el más alto de todos, que podrían haber puesto en gran riesgo la vida de la pequeña en otras circunstancias.
La menor fue intervenida cuatro horas después de llegar al hospital madrileño y, según declaró el doctor, la intervención y la recuperación posterior fueron satisfactorias y no dejaron, por el momento, secuelas físicas a la pequeña.
Si bien, ha especificó que habrá que esperar unos años para ver si la menor vuelve a sufrir algún daño derivado de la agresión sexual.
Esta niña fue la que reconoció sin ningún género de dudas al presunto pederasta en la rueda de reconocimiento.