La conductora, de 26 años, venía de recoger a su hermana, de 15, y a dos amigas de la menor, de 13 y 16 años
Las cuatro jóvenes de 26, 16, 15 y 13 años fallecidas en la madrugada del sábado al domingo en un accidente de tráfico en la M-608 vivían en la localidad madrileña de Moralzarzal y regresaban de las fiestas de Collado Villalba, según las primeras investigaciones.
Las cuatro viajaban en el mismo vehículo cuando poco antes de las seis de la mañana y a dos kilómetros del casco urbano de Collado Villalba, por causas que se investigan, la conductora, de 26 años, perdió el control de su Toyota Aygo e invadió el carril contrario en una zona con pequeñas curvas.
Fue en ese momento cuando se produjo el impacto fronto-lateral contra el vehículo en el que viajaba una guardia civil de 30 años que se dirigía a trabajar al puesto de Collado Villalba, y que fue trasladada grave al Hospital Puerta de Hierro con múltiples fracturas.
La conductora venía de recoger a su hermana, de 15 años, ambas de origen búlgaro, y a dos amigas de la menor, de 13 y 26 años. La Guardia Civil cree que no hubo exceso de velocidad, sino más bien un despiste o distracción, aunque se investiga si la conductora consumió alcohol o algún tipo de sustancia.
El alcalde en funciones de Moralzarzal, Juan Carlos Rodríguez Osuna, ha anunciado este domingo que se decretarán tres días de luto, con banderas a media asta, por la muerte de las cuatro jóvenes, residentes en esta localidad, y ha asegurado que en el pueblo «el dolor es muy grande».
El regidor ha subrayado a Efe que la M-608 es una carretera «muy peligrosa» por las curvas y la densidad de tráfico que tiene, y por ser un enlace de camiones de mercancías entre la A-6 y A-1, por lo que ha expresado la necesidad de «mejorar ese tránsito complicado» de vehículos.