Huelga en todos los servicios y trenes de la compañía los días 28 de octubre, 7 y 11 de noviembre
Los sindicatos CCOO, UGT y Semaf (maquinistas) han convocado tres jornadas de huelga en todos los servicios y trenes de Renfe, empresa pública dependiente del Ministerio de Transportes, los días 28 de octubre, 7 y 11 de noviembre para forzar a la compañía, entre otras cosas, a negociar un nuevo convenio colectivo.
Tras una reunión de este viernes que ha terminado sin acuerdo, los representantes de los trabajadores han convocado paros desde las 00 hasta las 23 horas del 28 de octubre (el viernes previo al puente del 1 de octubre); así como desde las 6 hasta las 9 horas y desde las 18 hasta las 20 horas del 7 y 11 de noviembre. El 9 de noviembre es la festividad de la virgen de La Almudena, patrona de Madrid.
Además, el 19 de octubre han convocado una protesta frente al Congreso de los Diputados al mediodía para denunciar la situación. Desde UGT denuncian que esta situación «impide avanzar en los derechos de las personas trabajadoras, con especial atención en aquellos colectivos tradicionalmente olvidados» como los Supervisores de Sección o los Comerciales de Estaciones y trenes, entre otros.
También piden «dar respuesta a la evidente falta de personal en todas las áreas y colectivos de la empresa, prorrogando los contratos temporales realizados con motivo de la medida del Gobierno de mantener la gratuidad de los abonos durante 2023». Además, exigen «adelantar las Ofertas Públicas de Empleo (OPE) programadas para ese año y llevarlas a cabo antes de finalizar 2022».
CCOO, por su parte, dice que «nos sobran motivos para emprender esta serie de acciones reivindicativas». El sindicato reclama «aumentar las contrataciones indefinidas en prácticamente todos los colectivos del Grupo Renfe para evitar las constantes externalizaciones», y lamenta que «no se han tenido en cuenta los planteamientos y propuestas que hemos realizado».
Y desde el sindicato de maquinistas acusan a la dirección de llevar a cabo medidas que «repercuten negativamente en la recuperación de tráficos de viajeros y mercancías previos a la crisis sociosanitaria», «así como de las plantillas necesarias para poder haberlo hecho efectivo en el primer semestre del año».