El informe advierte que se necesitan medidas aún más contundentes para lograr un aire saludable
La Federación Europea Transport & Environment (T&E), de la que forma parte Ecologistas en Acción, ha publicado un informe en el que estudia la contribución de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) a la mejora de la calidad del aire en Europa. El documento destaca el caso de Madrid Central, una ZBE cuyos datos provisionales muestran la mayor reducción de contaminación en las ZBE estudiadas, con una reducción del 32% de dióxido de nitrógeno (NO2), según informa la organización.
El informe recuerda la necesidad de actuar ante los graves problemas de contaminación que sufren las grandes ciudades y que provocan la muerte de más de 400.000 personas al año en la Unión Europea. Destaca también que el 67% de la población europea apoya este tipo de medidas, según una encuesta realizada en 2018, y que existen más de 70.000 publicaciones científicas que prueban la utilidad de estas medidas por razones de equidad y de salud.
El informe se limita a comparar resultados numéricos en cuanto a reducción de contaminación y no entra a analizar cuáles son las razones del éxito de la ZBE de Madrid. Sin embargo, el documento recoge las medidas que debería contener una ZBE para lograr buenos resultados en la mejora de la calidad del aire. En ese sentido, destaca el nivel de restricciones y el grado de cumplimiento de la medida, que para Ecologistas en Acción serían las claves en el caso de Madrid Central.
En primer lugar, porque Madrid Central es una zona en la que solo los vehículos con etiqueta cero emisiones de la DGT pueden entrar y aparcar libremente, mientras existen restricciones para aparcar o transitar para el resto de los vehículos, salvo excepciones. En concreto, la mayoría de los vehículos diésel y gasolina no pueden aparcar en superficie en Madrid Central, lo que hace que sean muy pocos los que entren en esta zona.
De hecho el informe de T&E defiende que la evolución futura de las Zonas de Bajas Emisiones pasa por que se conviertan en zonas en las que solo se permita el acceso a los vehículos cero emisiones.
La importancia del grado de cumplimiento de las restricciones sería otro de las claves del éxito de una ZBE. En el caso de Madrid Central, según los informes de Ecologistas en Acción, el trimestre que mejor ha funcionado ha sido el periodo de abril a junio, coincidiendo con la entrada en vigor de las multas por incumplientos en la ZBE. En este trimestre hubo una reducción del 39% del NO2 respecto a la media del mismo periodo de los años 2010 a 2018 . Sin embargo, en los meses anteriores en el que las multas no eran efectivas, la reducción de este mismo gas fue del 10%.
Por último, el informe recoge recomendaciones para procurar la justicia social en las ZBE. En primer lugar, facilitando el transporte caminando, en bicicleta y en transporte público para convertir el coche en un medio prescindible. Por otro lado, se deben considerar excepciones para residentes de las ZBE.
Para Nuria Blázquez, coordinadora de Transporte de Ecologistas en Acción, «a la vista de los resultados que muestra el informe, es evidente que Madrid Central funciona muy bien. Si el Ayuntamiento de Madrid quiere mejorarlo, debería pensar en ampliarlo».